Son el alma del Gran Premio de España de Motociclismo. Hablamos de los moteros. Esos aficionados que están dispuestos a cruzarse el país para disfrutar de las carreras en el Circuito de Jerez este domingo con un planning preparado a conciencia que los más precavidos elaboran desde finales de año, aunque también los hay aventureros que organizan esta expedición in extremis. Todo vale. Detrás de los 275.000 desplazamientos que estima la Dirección General de Tráfico (DGT) al entorno del trazado de velocidad hay muchas historias humanas y muchos perfiles. La de Esther y Jaime, una pareja madrileña, podría incluirse en el apartado de los ‘novatos’, pues es la primera vez que viajan hasta Jerez para vivir el ambiente de las MotosGP. Están expectantes y algo cansados. No es para menos. El jueves iniciaron su expedición en moto cuando salieron de trabajar a las nueve y media de la noche. Llegaba el momento de poner rumbo desde la capital del país a la flamante capital mundial del motociclismo’. No querían perder más tiempo. “Hemos tenido un buen viaje; paramos tres veces y hemos llegado a Jerez a las cinco de la mañana”. Su primera parada fue la acampada del Circuito de Velocidad, donde prácticamente les dio tiempo de montar la tienda y poco más. Allí han pagado 40 euros por persona y día. “No nos ves las caras?Se tiene que notar que casi no hemos dormido”, dice Jaime cuando va camino a uno de los accesos para disfrutar de los entrenamientos.
También de la acampada y resguardado por un divertido sombrero de paja viene Borja con sus amigos. Con esta es la cuarta vez que vienen y esperan seguir haciéndolo en muchas más ediciones sin perder la esperanza en que el Ayuntamiento les quite algún que otro badén que incrementa el precio de su expedición cada año por el daño que hacen a sus motos. Lo de suprimir las rotondas es más complicado. “¡Están aquí todas las rotondas de España!”, comentan entre risas. Entre el camping y lo que se gasten, creen que desembolsarán 300 euros por cabeza, una cifra económica que les ha permitido estar en primera línea de la cita con las dos ruedas desde el jueves.
Joao Víctor es nuevo. Viene de Brasil y acaba de llegar a los entrenamientos. Vive en Ceuta con pero estos días se queda en casa de unos familiares en Sevilla. “Me ahorro los gastos de alojamiento aunque vaya y venga todos los días”, señala. Está asombrado al ver tanta moto junta. “Nunca había venido a un Gran Premio. Tengo muchas ganas, aunque, qué calor, ¿no?”. Y es que las temperaturas veraniegas que ha registrado la provincia ha provocado que muchos moteros se vayan a la costa a refrescarse en la playa. Ya lo decían los comerciantes, por nada del mundo querían lluvia pero preferían que no hiciera demasiado calor para que los aficionados se quedaran en el centro en horario comercial y no se incorporaran a la agenda de ocio jerezana solo por la noche.
Imanol y María vienen de Bilbao. Llegaron a mediados de semana y son de los que organizan esta escapada a conciencia, lo que les ha permitido buscarse piso a precio de ganga. En diciembre alquilaron un apartamento en Jerez de miércoles a lunes por 300 euros y plaza de garaje.
Es su segunda vez en Jerez y este año también tenían controlada la programación de la capitalidad mundial del motociclismo y fueron a visitar la exposición Leyendas del Motor de Los Claustros, siendo testigos de la llegada de Márquez y Nieto en coches clásicos de Repsol. También han ido al Museo del circuito. Su espinita ha sido el no haber podido estar en el acto del descubrimiento de la placa de Rossi, porque no se enteraron del cambio de ubicación. No fueron los únicos. “Nos fuimos al Paseo de la Fama y nos quedamos esperando; no sabíamos nada de que al final era en el Circuito”, se lamentan. La otra pega que ponen es la “desorganización” que han visto en el circuito a la hora de acceder e ir a recoger las entradas. “Nos han mareado de una puerta a otra cuando aquí las distancias son muy largas. Eso tendría que estar más organizado”.
El Gran Premio atrae a muchos aficionados de toda Andalucía, y debido a su cercanía con Jerez, la llegada de sevillanos es constante. Ellos van y vienen desde el viernes. Como cualquier motero de la provincia, la capital hispalense también les permite dormir en casa. Es el caso de Pablo Montalvo, que desde hace tres años es un asiduo de las carreras de moto GP en el Circuito de Jerez. Asegura que no se les hace pesado el trayecto y que el tráfico se lleva bien. “Venimos por la Nacional y en un momento nos plantamos aquí, hemos estado en El Puerto y toda la zona de marcha. Aprovechamos todo lo que podemos”. Igual que ellos están Pilar y su familia. Su marido es un apasionado de las motos, una pasión que contagió a su mujer, y luego a su hija que ya tiene 24 años. Llevan diez años viniendo y estos días se van turnando para venir a los entrenamientos. Hoy domingo disfrutarán los tres de las carreras.
Víctor tiene 26 años y viene de Zamora. Es de los afortunados que se ha podido coger la semana entera de vacaciones para vivir esta cita. Su novia y él llegaron el lunes a Chipiona tras un viaje de 10 horas tras recorrer 700 kilómetros. Se han alquilado un piso la semana entera por 400 euros. El año pasado tuvieron una mala experiencia y por eso se han venido con tiempo. “Tuve una avería en Cáceres con la moto y me tuve que volver a Zamora y coger el coche”.“Ni me lo pensé. Cogí y coche y bajé. Me gusta mucho el ambiente de aquí y de El Puerto.
Pero entre tanto madrileño, vascos y extranjeros no pueden faltar jerezanos. Salvador Nuño y sus amigos son incondicionales del circuito y creen que la motorada en Jerez ha pasado a segundo plano por las restricciones.“Ni acelerar puedes ya”.
Carmen Yagüe
Zamora
“Hemos alquilado un piso en Jerez. Llegamos el jueves y estaba la cosa un poco tranquila. Es el segundo año que veníamos y decidimos hacer el viaje de noche para no perder más días. Cuando llegamos nos cambiamos y directamente nos fuimos a dar una vuelta por Jerez”. Como Carmen son muchos los moteros que prefieren viajar de noche haciendo las paradas necesarias.
Imanol y María
Bilbao
“Nos alquilamos un piso en diciembre por 300 euros de miércoles a lunes. El jueves estuvimos en los claustros viendo la exposición de Leyendas del Motor y también hemos ido al museo en el Circuito. La pena es que el viernes nos quedamos esperando a Rossi en el Paseo de la Fama. Lo que vemos más desorganizado es el tema de las entradas en el circuito de Jerez”.
John Atebury
Reino Unido
John Attebury es inglés pero desde finales de año vive en El Puerto de Santa María, por lo que este año tenía claro que no podía perderse ni las carreras ni los entrenamientos ni, en definitiva, el ambiente del Gran Premio. Sin embargo, lo que peor lleva son las distancias tan largas y el “caos” para entrar al circuito “Es lo peor, llevo un rato dando vueltas para ir a por mis entradas”.
Borja del Olmo
Segovia
“No sabemos por qué, pero el caso es que aquí están todas las rotondas de España. Eso y el tema de los badenes y el asfalto es lo peor pero aún así seguiremos repitiendo”. Son palabras de Borja, de Segovia, que lleva cuatro años viniendo al Gran Premio con sus amigos. Duermen en la acampada del circuito, la opción más económica para estos días y recomiendan la experiencia a todo el mundo.
Esther y Jaime
Madrid
Esther y Jaime salieron de Madrid el jueves por la noche cuando terminaron de trabajar. “A las nueve de la noche nos montamos en la moto y tras parar tres veces llegamos a Jerez a las cinco de la mañana. Nos ha dado tiempo a montar la tienda de campaña y poco más. Queremos aprovechar aunque nos vamos a quedar por aquí, por el entorno del circuito”.
Los que se quedaron con ganas de ver a Valentino Rossi
Todas tienen una connotación especial pero sin lugar a duda el descubrimiento de la ‘moto-estrella’ de Valentino Rossi ha sido una de las que más expectación ha despertado estos días. Sólo hubo un pequeño problema, que más de un aficionado se quedó esperando en el Paseo de la Fama de la Avenida Álvaro Domecq donde ya luce su estrella. El pasado jueves a última hora se anunciaba que el acto se celebraría en el Circuito de Jerez después de su equipo viera precipitado salir del trazado al haber empezado los entrenamientos. Pero si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va la montaña. Es lo que hizo el Ayuntamiento, al que le constaban las ganas de que fuera nueve veces campeón del mundo, llevándole incluso la andana de vino que el italiano dedicó con un “Viva Jerez”.
