El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, ve la posibilidad de un acuerdo con los acreedores en el plazo de una semana, si bien reconoce que todavía se mantienen los temas espinosos en la negociación.
"Creo que estamos cerca de un acuerdo con los acreedores", dijo Varufakis anoche en una entrevista con la cadena privada de televisión Star, en la que añadió que a su juicio es una cuestión de "una semana" hasta que Grecia y los socios "puedan darse la mano" para cerrar un acuerdo.
No obstante, reconoció que aún existen tres puntos claves en los que todavía hay diferencias de opinión: las pensiones, los temas laborales y asuntos de financiación.
Según el ministro, los acreedores insisten en que se permitan los "despidos masivos", algo a lo que Atenas no está dispuesta.
Al mismo tiempo, los socios de las instituciones que antes formaban la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) exigen que Grecia aplique una cláusula de déficit cero para las pensiones complementarias, lo que se traduciría en nuevos sacrificios para los pensionistas.
Varufakis reconoció que es necesario "poner en orden la jubilación anticipada", que en este país todavía es posible a gran escala, pero recalcó que no se plantean recortes de las pensiones.
Pese a que Grecia tiene problemas de liquidez, Varufakis prometió que se pagarán con normalidad los sueldos y las pensiones a finales de mes, dos compromisos que calificó de "sagrados".
En caso de que se planteara la situación que hubiera que optar entre el pago de un crédito o el de las pensiones, Varufakis no dejó lugar a dudas de que los jubilados tendrían prioridad.
"Ante el dilema de pagar a un prestamista que se niega a firmar con nosotros un acuerdo que es en beneficio mutuo o a un jubilado, pagaremos al pensionista ", recalcó.
En ese contexto, pidió a los socios que "dejen de jugar al juego de la asfixia" financiera, y a posibilitar un acuerdo que permita a la economía griega "respirar" de nuevo.
El ministro aseguró que el Gobierno izquierdista nunca se ha planteado la ruptura con los socios y, aunque reconoció que el proceso de la negociación es "doloroso", aseguró que "la ruptura nunca ha estado" en su agenda.