Las tropas iraquíes, respaldadas por milicianos chiíes y tribales suníes, lanzaron hoy una amplia campaña militar para liberar la provincia occidental de Al Anbar del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El anuncio del inicio de la ofensiva lo hizo el Comando de Operaciones Conjuntas, según informó la televisión oficial Al Iraquiya, sin dar más detalles.
Amplias zonas de Al Anbar están bajo el control del EI, que tomó el pasado día 17 de mayo la capital provincial, Ramadi, lo que supuso un duro golpe para el Gobierno iraquí.
Una fuente de seguridad explicó a Efe que las fuerzas iraquíes avanzaron en el interior de la misma Ramadi y llegaron hasta la Universidad de Al Anbar, en el sur de la ciudad, haciéndose con el domino de áreas del complejo.
Esta campaña en Ramadi contó con el respaldo aéreo de la aviación de la coalición internacional, liderada por Washington, y del Ejército iraquí.
Tanto en las operaciones en esta ciudad como en toda la provincia participan efectivos del Ejército y la Policía, milicianos chiíes de la llamada "Multitud Popular", y combatientes voluntarios tribales suníes, según la fuente.
Ayer, la "Multitud Popular" y la coalición internacional comenzaron a bombardear posiciones del EI en Ramadi y sus alrededores, como preludio a la ofensiva del Ejército iraquí.
El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, dijo a la cadena de televisión británica BBC que Ramadi podría ser recuperada "en días", aunque precisó que para ello necesita el apoyo de la comunidad internacional.
En los últimos días ya se habían registrado combates en áreas situadas el este de Ramadi, donde fueron desplegados refuerzos militares con el objetivo de lanzar una mayor ofensiva contra el EI.
La caída de Ramadi generó el desplazamiento de miles de familias y desbarató los planes de las autoridades iraquíes, que tras liberar a finales de marzo la provincia de Saladino contaban con expulsar rápido a los yihadistas de Al Anbar.