Tras las pasadas Elecciones Municipales del 24 de mayo, los gaditanos y gaditanas dejaron claro en las urnas que no querían mayorías absolutas y apostaron por dispersar el voto entre varios partidos. El PP de Teófila Martínez ganó los comicios aunque perdió la mayoría absoluta (logró diez concelajes), y por ende, dejando la oportunidad a sus rivales políticos de pactar para que dejase de regir el Ayuntamiento. Por Cádiz Sí se Puede, encabezado por José María González ‘Kichi’, obtuvo ocho ediles, mientras que el PSOE obtuvo cinco ediles, Ganar Cádiz en Común, dos ediles, y Ciudadanos, otros dos concejales. Bajo este panorama, la llave de la gobernabilidad pasaba, y pasa, por el PSOE de Francisco González, que finalmente optó por votar en la investidura a José María González pero sin llegar a acuerdos de gobierno. Y así, como partido de la oposición seguirá los próximos cuatro años. Para saber cómo fue el proceso y cómo se plantea el futuro, hemos hablado esta semana precisamente con Francisco González...
-Damos un pequeño viaje en el tiempo y regresamos al 24 de mayo, día de las Elecciones Municipales, para preguntarle qué valoración hace de los resultados que obtuvo el PSOE…
-Bueno, nosotros entendemos desde el PSOE que no fueron unos buenos resultados. Nosotros presentamos un proyecto, que a día de hoy seguimos defendiendo e insistiendo, en el que llevábamos propuestas que daban solución a los problemas que nos plantearon los gaditanos y que padece la ciudad. Pero la evidencia, y visto los resultados, nos dice que el PSOE no logró el apoyo mayoritario de los gaditanos por el que tenía vocación y por el cual se presentaba. Dicho lo cual, nosotros hemos propiciado ese cambio que demandaban los ciudadanos y por lo tanto, nos encontramos con una nueva realidad en el Ayuntamiento y en el que el PSOE asume su papel de oposición, una oposición que va a ser honesta, leal con la ciudadanía, y que sin duda, de lo que se trata es de intentar mejorar y sacar a la ciudad de la situación en la que se encuentra.
-Los resultados dejaron claro que no habría mayorías. El PP ganó pero perdió siete ediles, mientras que Por Cádiz Sí se Puede obtuvo ocho. Por su parte, el PSOE se convertía en llave para quien quisiera gobernar… ¿en algún momento se planteó formar parte del futuro gobierno?
-Nosotros ya lo dijimos la noche electoral. Es decir, que asumíamos los resultados y con lo cual nos íbamos a posicionar en la oposición como así ha sido. Cosa distinta es que aquel que sin ganar las elecciones y careciendo de una mayoría absoluta, necesitaba del apoyo de otras fuerzas políticas, en este caso del PSOE. Por lo que debía establecer una dinámica de diálogo que deberá mantener durante toda la presente legislatura, para la consecución de acuerdos en las negociaciones políticas que puedan llevar a buen puerto cualquier propuesta, cualquier programa o cualquier iniciativa que se quiera emprender. Y en este sentido, el PSOE trató de establecer desde la noche electoral hasta el Pleno de Investidura del 13 de junio cauces de diálogo para hablar sobre los objetivos que debían tratarse. Pero hablamos de un apoyo puntual para la investidura, porque como ya he mencionado, no se trataba de entrar a formar parte del gobierno, sino de ser fiel a la demanda de cambio, y ahora de lo que se trata es de buscar soluciones a los problemas de la propia ciudadanía.
-Desde un principio el PSOE apostaba por el cambio… pero ¿en algún momento pensó en dejar gobernar al PP?
-El PSOE es un partido que tiene una tradición y una profunda organización de izquierda. El PSOE no podía, por acción u omisión, permitir, sobre todo desde el punto de vista de los intereses de los ciudadanos, tal y como hemos hecho en los últimos años desde la oposición, que el PP y Teófila Martínez estuviesen a día de hoy al frente del Ayuntamiento. Y es que ella, y el PP, son los responsables de la puesta en práctica de políticas de derechas que nos llevan a la fotografía actual de Cádiz que lamentablemente estamos presenciando. Pero dicho esto, José María González, como líder de la marca Podemos en Cádiz, al necesitar del apoyo del PSOE, tenía que dar muestras de querer establecer un diálogo y querer plantear propuestas que pudiéramos compartir, y eso, a nadie se le escapa, fue complicado.
-¿Por qué fue complicado?
-Porque al inicio de aquella semana, los dirigentes de Por Cádiz Sí se Puede, y el propio José María González, no estaban por una labor de diálogo, no estaban por la labor de poder sentarnos, sino todo lo contrario. Parecía que eran más las cuestiones que nos separaban que las que nos unían. Creo que el alcalde de Cádiz tiene que entender que ante el actual escenario con la fragmentación y la multi-representación política que existe en el Pleno, cualquier propuesta que se quiera llevar a cabo debe ser discutida, analizaba, dialogada, consensuada y sobre todo, llegar a grandes acuerdos. Una ciudad que necesita alternativas y soluciones, los ciudadanos quieren que esas alternativas y esas soluciones lleguen a través del acuerdo y los pactos entre los distintos partidos.
-En esa primera semana tras las elecciones, las declaraciones vertidas por José María González, atacando al PSOE, hicieron pensar a algunos dirigentes y militantes socialistas que quizás González no quería ser alcalde ¿cierto?
-Yo no sé si es una cuestión de querer o no querer ser alcalde. Es una cuestión y una exigencia que pedimos desde el PSOE que es el respeto. El respeto a todo aquel que piense distinto a José María González y a su propia formación. Esta ciudad debe ejercer su labor de gobierno en base al respeto y a conceder y reconocer la representatividad de todas las formaciones políticas. Venimos de un gobierno de 20 años en el que el PP y Teófila Martínez ha dado en muchas ocasiones la espalda a los ciudadanos y sobre todo, no ha reconocido a la oposición en el Pleno que ha sido elegida legítimamente por los ciudadanos en las urnas. Por lo tanto, el PSOE eso no lo va a permitir, no vamos a permitir que ninguna formación política, en este caso Podemos, caiga en los mismos errores. Hay que reconocer a todos, incluidos los que piensen distinto o propongan distintas posturas que las que ellos representan en estos momentos. En este sentido, el PSOE será garante de que todos los partidos con representación política tengan cabida y la representatividad que nos han otorgado los ciudadanos.
-Por Cádiz Sí se Puede, en ese sentido, dijo desde un primer momento que no se sentaba ni con el PP, ni con Ciudadanos, mientras el PSOE dijo que se sentaba con todos…
-Nosotros hemos defendido siempre plantear en estos momentos, cuando los ciudadanos han dispersado su voto, lo que piden es que haya entendimiento, pluralidad y consenso. Lo que no llegamos a entender son actitudes que nosotros tachamos como sectarias en la que se excluye una parte del electorado representaba legítimamente en el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz. El PSOE siempre lo ha dicho: no tenemos miedo, ni temor. El PSOE tiene 136 años de historia, hemos vivido momentos muy complicados en este país y hemos estado siempre a la altura de las circunstancias. Con lo cual no tenemos nunca miedo al diálogo. Cuestión distinta es que ese diálogo no acabe en acuerdos o en acercamiento en las posturas. Creo que hasta en el desacuerdo hay que establecer un canal de comunicación en el que todo el mundo asuma cuáles son los límites. Y la democracia tiene que estar en estos momentos por encima de todo. Y eso significa darle voz a todo el mundo.
-¿Recibió llamadas desde el PSOE provincial, regional o federal, con directrices sobre qué decisión debería tomar el día del Pleno de Investidura?
-Las llamadas que se realizaron esos días fueron bidireccionales, en ambas direcciones. Y es que hablamos como hemos mencionado de un partido con 136 años de historia, está organizado, está estructurado y compartimos decisiones. Yo me he sentido como secretario general del PSOE en Cádiz ampliamente respaldado tanto por Pedro Sánchez, como por Susana Díaz y por Irene García. Ha habido una comunicación fluida, hemos analizado día y día la situación de Cádiz, pero la decisión tomada se produjo en las dos reuniones que mantuvimos el PSOE de Cádiz en las que analizando el contexto nos llevó a tomar el posicionamiento que tomamos. Un posicionamiento que insisto se basaba en estar en la oposición y en optar por el cambio político en la ciudad pero para un momento concreto como fue la investidura. A partir de ahora nuestro papel es fiscalizar desde la oposición la labor del nuevo gobierno local. Y sobre todo, estamos aquí para defender los intereses de los vecinos.
-¿Qué le decían los militantes del partido? ¿Hubo división de opiniones?
-Como en todos los ámbitos de la vida, hay opiniones para todos los gustos y tantas como individuos hay. Pero sí es verdad que había un clima mayoritario de militantes que apostaban por un cambio. A partir de ahora haremos una oposición leal pero honesta con los intereses de los gaditanos. Ahora le toca mover ficha a José María González. Nosotros colaboraremos pero sin ningún cheque en blanco.
-Imagino que todo ello se lo trasladó al alcalde en la famosa reunión de Puntales…
-Nosotros le trasladamos y planteamos que nos detallara muchas de sus propuestas que lanzó durante la campaña electoral, de las que dudamos y a día de hoy también, que se puedan desarrollar. Insisto en que no se trata de que no compartamos el fondo, es que pensamos que las formas en las que se han presentado esas propuestas no van a llegar a buen puerto. Y lo digo de una manera muy clara, a mí como candidato del PSOE me hubiera gustado decirles a todos los trabajadores que prestan servicio al Ayuntamiento que le íbamos a hacer funcionarios. Pero si algo debe diferenciar la vieja de la nueva política es hablar de realidades. De prometer y comprometer solo aquello que se pueda cumplir. Y esa municipalización de los servicios lamentablemente no se puede llevar a cabo dado el panorama legislativo actual que han dejado los gobiernos de derecha, pero también dada la actual situación económica que también han dejado los gobiernos de derecha. En definitiva, nosotros hablamos de realidades, compartimos el fondo, creemos profundamente en que los servicios deben ser de calidad y públicos, pero creemos que esas medidas como otras tantas son irrealizables e inviables.
-¿Qué valoración realizas de los primeros días de José María González como alcalde?
-Creo que esa política de símbolos, de gestos, está bien. Nosotros apostamos por la eliminación de los mensajes en las pantallas LED…
-¿Pero el PSOE hubiera puesto ese mensaje?
-No hubiéramos puesto ese mensaje, pero es más, espero que el nuevo gobierno entienda y sepa que la eliminación de esa publicidad genera en estos momentos un perjuicio puesto que generaba unos ingresos para el Ayuntamiento… otra cosa es que dudemos de la legitimidad y la moralidad de la misma. Pero generaban unos ingresos a empresas públicas que sin la publicidad pueden convertirse en deficitarias. Pero la intención es saber qué planteamientos de gestión tiene José María González respecto a esas empresas públicas como Cádiz Conecta u Onda Cádiz. Por lo tanto la política de gestos y símbolos que podemos compartir, tiene que venir acompaña por una política de base donde se explique el posicionamiento de gestión.
- Y sobre el desalojo de la calle Benjumeda, ¿qué opinión tiene al respecto?
-Hay que diferenciar lo que es un desahucio donde generalmente hay detrás una entidad financiera y un desalojo, que es por impago de una renta de alquiler. Y esta semana lo que hubo fue un desalojo de una familia que por motivos que fuera no podía hacer frente al alquiler, mientras que la otra cara de la moneda es la propietaria del piso, una mujer mayor, también con una circunstancia económica complicada y con una enfermedad. Pero yo quiero reivindicar el papel de esos alcaldes y alcaldesas, sean del color político que sean, han estado en los últimos 30 años haciendo eso mismo sin necesidad de exponerlo públicamente y ante los medios de comunicación. Como símbolo lo del otro día está bien, es decir como gesto, pero a nosotros lo que nos preocupa cuál es la planificación desde los Servicios Sociales para ayudar a estas familias que son desahuciadas o desalojadas. Nos preocupa cuál es la política de vivienda del Ayuntamiento. El problema no es cubrir de una forma transitoria el que sean realojados en una pensión, el problema principal, como llevaba el PSOE en su programa electoral, es la elaboración de un plan municipal de vivienda que ponga alternativas reales y que haya viviendas sociales disponibles, y no que la alternativa sea discutir con un funcionario que lo que está haciendo es cumplir con su función.
-¿Tiene usted la intención de seguir los cuatro años en la oposición y seguir siendo el secretario general del PSOE en Cádiz?
-Mi compromiso con los ciudadanos era presentarme para la Alcaldía y si no situarme donde dijeran las urnas, en este caso en la oposición. Y vamos a cumplir ese compromiso desde el Pleno del Ayuntamiento.
-¿Le plantearon en algún momento y desde otras formaciones políticas acuerdos en los que al final fuese usted el alcalde?
-Hay mucha rumorología al respecto (risas)… pero lo que es una realidad es que no ha habido ningún planteamiento de negociación puesto que establecimos una ronda de contactos con otras formaciones políticas pero acuerdos o negociación como tal nunca han existido. Por lo tanto, la rumorología es muy diversa, pero una vez que ha sucedido lo que ha sucedido, y es que el PSOE ha dado su apoyo al cambio político en Cádiz, todo lo demás queda como anécdotas.
