La popularidad del Gobierno del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha disminuido con motivo de la polémica reforma legal para que las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) puedan participar en operaciones en el extranjero, según mostró hoy una encuesta de la agencia Kyodo.
Entre los consultados, solo el 37,7 por ciento dijo dar su aprobado al Gabinete de Abe después de que esta semana el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y sus socios de coalición aprobaran en la Cámara Baja una modificación que liquida el carácter pacifista de la Constitución adoptada tras la II Guerra Mundial.
El porcentaje de encuestados que daba su visto bueno al Gobierno en otra encuesta realizada por Kyodo en junio, antes de que comenzara a tramitarse la reforma en la Dieta (Parlamento), fue del 47,4 por ciento.
Según el sondeo telefónico, realizado entre ayer y hoy, el 73,3 por ciento de los consultados no está de acuerdo con la manera en que las cuatro enmiendas legales se aprobaron en la Cámara Baja, donde la oposición mostró una firme oposición a la medida, que generó además multitudinarias manifestaciones fuera del hemiciclo.
El 68,2 por ciento dijo además que se opone a que la reforma se apruebe durante el actual periodo de sesiones parlamentarias, que concluye el próximo 27 de septiembre.
La modificación, que supone el mayor cambio en materia de defensa en Japón desde la II Guerra Mundial, pasará ahora a la Cámara Alta, donde los impulsores de la reforma también cuentan con una cómoda mayoría de más de dos tercios.
Este cambio legislativo es un empeño personal de Shinzo Abe, reelegido por mayoría el pasado diciembre, y llega después de su Gabinete aprobara una polémica reinterpretación de la Carta Magna el año pasado.
Hasta entonces, el artículo 9 de la Constitución nipona impedía al país recurrir al uso de la fuerza para resolver conflictos internacionales.
Una vez que se apruebe definitivamente la nueva ley Japón podrá defender a aliados, como EEUU, si son objeto de un ataque armado, así como participar en operaciones de seguridad de Naciones Unidas.
Tokio también podrá aprobar más fácilmente el envío de sus Fuerzas de Autodefensa a zonas en conflicto y ampliar de apoyo logístico y de otro tipo para misiones de paz en el extranjero.