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La tribuna de Viva Sevilla

Nostalgia del PA

Creo que Andalucía necesita conectar más con Pablo de Olavide, Blanco White, Reinoso, Alberto Lista… Y me parece que la hibernación/disolución del PA no es una buena noticia para lograr una Andalucía por sí, para España y la Humanidad.

Este texto es un pequeño homenaje al Partido Andalucista (PA), que ha decidido disolverse o quedarse hibernado. Las causas que han provocado este doloroso desenlace ya las han constatado personas más preparadas que yo, por eso mi artículo va a ser más personal.
Durante los quince años que he ejercido como periodista, el andalucismo me ha acompañado de manera grata y enriquecedora: Alianza Socialista de Andalucía (ASA), Partido Socialista de Andalucía (PSA), Partido Socialista de Andalucía-Partido Andaluz (PSA-PA), Partido Andalucista (PA); las pugnas internas lógicas en todo colectivo humano pero que en política adquieren una especial dureza…


Cuando en 1989 empecé a estudiar doctorado en la entonces Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla, allí estaba impartiendo su magisterio José María de los Santos. Uno de sus libros profetizaba una época. Se llama Sociedad tecnocrática y lo publicó en 1985 la sevillana y relevante editorial Alfar, fundada a principios de los años ochenta por Manuel Ángel Vázquez Medel, quien en 1987 publicó en ella La Identidad Cultural de Andalucía, uno de sus primeros ensayos sobre el tema.


Bien puede decirse que con el andalucismo han estado vinculados cerebros preclaros de la intelectualidad andaluza. A los ya citados podemos añadir el pensador José Aumente; el historiador José Antonio Lacomba; el novelista y biógrafo de Blas Infante, José Luis Ortiz de Lanzagorta; el máximo estudioso de Blas Infante, Enrique Iniesta (que no era andaluz); el experto en flamenco  y pieza básica de la Bienal de Sevilla, José Luis Ortiz Nuevo; el poeta José Luis Núñez; la poetisa Rosa Díaz; el cantautor Carlos Cano; el abogado José Julio Ruiz; el profesor Manuel Ruiz Lagos; el médico Diego de los Santos; el investigador Manuel Ruiz Romero; los escritores Antonio Burgos y Manuel Barrios, y tantos otros.


Entre 1976 y 1979 “vivió” el primer semanario andaluz tras la muerte de Franco, Tierras del Sur, encabezado por el periodista José María Javierre, el “cura Javierre”, respaldado por la familia Fernández-Palacios. En su primera redacción de la calle Muñoz Olivé, en el centro de Sevilla, quien suscribe era el último mono; allí aprendí periodismo, al lado de Antonio Mozo Vargas, del citado Ortiz Nuevo, del viñetista Garmendia y de dos curas, el mencionado Javierre y el padre Carlos s, que sigue adelante con una producción intelectual inmensa. También aprendí en la Redacción de Andalucía Libre, donde su director, Manuel Prados, intentaba enseñarme a manejar el tipómetro.   


Por la redacción de Tierras del Sur aparecía de vez en cuando don Emilio Lemos Ortega con su artículo de colaboración bajo el brazo. Don Emilio era el miembro más joven de la Junta Liberalista de Blas Infante (que acabó por integrarse en el PA).

Cuando en 1989 me enteré de que seguía vivo y casi en el olvido, me fui a su casa sevillana de la calle Ortiz de Zúñiga y estuve con él unos meses, que me sirvieron para elaborar un modesto libro sobre su persona, suficiente para que la Junta le concediera la medalla de oro de Andalucía –a título póstumo- y una calle de Sevilla lleve su nombre.


Más recuerdos que me trae a la mente el PA. Luis Uruñuela, primer alcalde democrático de Sevilla (1979) al tiempo que Pacheco lo era de Jerez. Uruñuela se unió en Sevilla al empresario Nicolás Valero y a ambos debemos un avance continuo del conocimiento y de la formación a través del Centro Español de Nuevas Profesiones -donde llegó a dar clases de periodismo Iñaqui Gabilondo- y de EUSA, institución académica vinculada a la Universidad de Sevilla y a la Cámara de Comercio. Rojas-Marcos, alcalde de la Sevilla de la Expo 92 y, al igual que el exconsejero de la Junta, mi entrañable Juan Ortega, valedores del colectivo cultural Gallo de Vidrio, del que formo parte. 


Me quedo con las ganas de que Andalucía cuente con un segmento social con más peso en el conjunto de España y del mundo. Hubo un tiempo en que el hecho era más visible: Soledad Becerril fundando la revista La Ilustración Regional y después ministra de Cultura con la UCD; Manuel Clavero Arévalo, ministro y fundador de un partido liberal andaluz; Jaime García Añoveros, también ministro… Creo que Andalucía necesita conectar más con Pablo de Olavide, Blanco White, Reinoso, Alberto Lista… Y me parece que la hibernación/disolución del PA no es una buena noticia para lograr una Andalucía por sí, para España y la Humanidad.

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