El Gobierno de la Nación ya ha mandado la carta de aviso al Ayuntamiento de Chiclana, la previa a la que ha enviado al Ayuntamiento de Cádiz y que está levantando ríos de tinta. Esto es, el aviso de que puede perder los ingresos de la PIE, que no es otra cosa que la Participación en los ingresos del Estado y un pellizco que puede hacer balancearse las arcas municipales mientras dura la medida e incluso hacer naufragar la nave, según la dependencia que los consistorios tengan de ella.
El delegado de municipal de Hacienda del Ayuntamiento de Chiclana no pierde comba a la hora de hacer públicos los riesgos que se avecinan en materia económica y esta semana ha enseñado el papel a los medios de comunicación. El Consistorio de Chiclana está pagando a los proveedores a más de 70 días cuando lo obligado es a un mes y eso tiene castigo por parte de la Administración del Estado después de que los ayuntamiento recibieran créditos al 6% por ciento para poner sus cuentas en orden, con posibilidad de renegociarlos sin intereses si cumplían la norma.
Pues bien. La magnífica gestión que según el ex alcalde Ernesto Marín estaba haciendo la que calificó como “la mejor” delegada de Hacienda que había tenido Chiclana, tiene algunas goteras que irán a más en función de la gestión que hagan ahora los socialistas. Pero la pregunta es si los ocho millones de euros que se dejan de cobrar por la rebaja del IBI son la panacea para todos los males o el mal sigue estando en el sistema, como dice IU.
