Hace justamente un año por estas fechas, los negocios y vecinos de la calle Medina se plantaron y dijeron basta ante la puñalada que recibió un ciudadano extranjero en el punto de mercadeo ilegal del entorno de la tienda de compra y venta de segunda mano Cash Converter.
Las quejas venían de años atrás debido a los altercados, el acoso a clientes e incluso los enfrentamientos con los propios residentes cuando estos les llamaban la atención por obstaculizar con sus coches la entrada a su garaje, aparcar en doble fila el vehículo en el que guardaban una mercancía de dudosa procedencia –sobre todo smartphones y tablets- que luego pretendían vender en plena vía o reñir entre ellos.
Sin embargo, no fue hasta que no hubo sangre de por medio en plena hora comercial cuando las fuerzas de seguridad reaccionaron con un dispositivo policial que nunca llegó a ser permanente como reclamaron los vecinos.
Cansados de perder clientes y de la mala imagen que estaba dando la calle del Teatro Villamarta, los afectados decidieron “compartir” vigilante privado de seguridad con Cash Converter y pagar con este negocio a medias los gastos para que este empleado no limitara sus rondas a este espacio sino al tramo más afectado de la calle, es decir, el comprendido entre el hotel Joma y el coliseo jerezano. La medida, muy discutida, dado que les obliga a pagar 20 euros por cabeza por una labor propia de los agentes, y con la que no todos están dispuestos a comulgar ha surtido efecto. Así, después de casi un año, el ambiente en la calle está mucho más tranquilo y la zona ha ganado en reputación.
Por ello, aunque saben que no pueden estar pagando a un vigilante “eternamente” tampoco se atreven a prescindir de sus servicios ante el temor de echar por tierra “todo lo que hemos avanzado”. “Gracias al vigilante y al esfuerzo de comerciantes y vecinos hemos recuperado la calle aunque no del todo, porque aún hay clientes que tienen que volver a confiar en nuestros negocios, este tema nos ha hecho mucho daño”, sostiene el presidente de Asunico, Manuel García, que tiene su negocio en esta vía. Lo más importante, como resalta, es que no han vuelto a producirse unos incidentes que eran habituales a cualquier hora del día. Ahora sólo les queda “normalizar” la situación al 100% y confiar en que este foco de delincuencia sea erradicado para siempre.