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La plantilla del Villamarta pide el apoyo de los espectadores

Reparten una hoja informativa a la entrada al teatro e impulsan una recogida de firmas. La opción de un patrocinio privado, lo deseable

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  • La Zaranda en el teatro

El pasado viernes por la noche actuó en el Teatro Villamarta la compañía La Zaranda. Hubo lleno en el patio de butacas. En la noche de ayer lo hacía la nueva ídolo de la canción juvenil, María Parrado, y la expectación era similar. Si han acudido a alguna de las representaciones operísticas de las últimas temporadas también habrán comprobado lo difícil que resulta conseguir un asiento. Y sin embargo, la situación económica de la Fundación que gestiona el Teatro Villamarta es deficitaria y pone en peligro su continuidad, de ahí que sus propios trabajadores hayan iniciado una recogida de firmas entre los espectadores que acuden a las funciones de esta semana y una campaña de adhesiones a través de internet.
Hay que tener en cuenta que la situación de la Fundación del Villamarta es deficitaria, especialmente, porque se ha quedado sin el soporte económico público del pasado, y que es una de las administraciones pública que ha dejado de respaldar su contribución a la cultura de la ciudad la que ahora le da el ultimátum: o sanea sus cuentas o echa el telón.
Lo dice la ley de racionalización del sector público impulsada por el Gobierno central, que dicta la liquidación automática para este mes de diciembre de todas aquellas sociedades y organismos públicos que no hayan corregido sus desequilibrios financieros, caso en el que incurre la fundación jerezana.
Pese a la difícil situación, la programación hasta final de temporada está garantizada, pero eso no evita la incertidumbre de cara al futuro, comenzando por los propios empleados de la Fundación y terminando por los propios ciudadanos que no entienden la situación de desamparo en que puede quedar un recinto cultural de primer orden como el Teatro Villamarta.
En el escrito repartido por la plantilla de la Fundación entre los espectadores que han acudido esta semana al teatro, resaltan que la disolución de la entidad “sería de la mayor trascendencia negativa para el funcionamiento del Teatro Villamarta, toda vez que es esta forma jurídica la que permite una gestión directa de la programación y el personal; siendo, además, la única vía para la consecución de subvenciones públicas, patrocinios privados y demás beneficios fiscales; lo que ha posibilitado optimizar nuestros recursos y ofrecer durante 19 años la programación de la que hoy disfrutas”.
En el comunicado, los trabajadores de la Fundación trasladan su “honda preocupación por lo que la pérdida de esta figura legal supondría para la vida cultura y económica no sólo del Teatro, sino de nuestra ciudad”, por lo que solicitan el apoyo ciudadano con mensajes al correo secretaria@teatrovillamarta.es o mediante envíos a los medios de comunicación, así como firmando la nota informativa distribuida durante estos días a la puerta del teatro.
El delegado municipal de Cultura, Francisco Camas, aportaba esta semana datos sobre las causas por las que se ha llegado a la situación que está atravesando actualmente la Fundación. Así en 2013, el anterior Gobierno aprobó un presupuesto de la Fundación con un déficit a priori de 368.000 euros, que se incrementó en 2014 hasta los 537.000 euros, mientras que en 2015 ni siquiera se aprobó el Presupuesto de la entidad ni se aprobó la cuenta general de la Fundación de 2014 ni se convocó el Patronato.
Camas ha afirmado que “estamos trabajando para conseguir la continuidad del Patronato con responsabilidad y desde el más absoluto respeto a la legalidad vigente”. Una de las opciones pasa por el patrocinio privado, y ya hay quien ha comenzado a aportar ideas a través de las redes sociales tomando como ejemplo lo sucedido en grandes ciudades, como Madrid, donde muchos teatros, para garantizar su continuidad han cambiado su nombre por el de firmas comerciales, como ocurre con el Teatro Haagen Dazs.

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