¿Por qué decidiste irte al Reino Unido?
-Trabajaba en la ciudad pero al no encontrar nada relacionado con mi sector, decidí trasladarme a Oxford donde tenía amigos que también habían optado por un cambio en sus vidas. Rápidamente haces amigos con otros españoles que allí mismo trabajan y, en pocos días, empecé a trabajar en un restaurante español-marroquí. En este establecimiento estuve como camarera durante un año hasta que me vine a pasar el verano a El Puerto.
Al finalizar la temporada estival volví a trasladarme pero esta vez a Manchester. Esta ciudad es muy diferente a Oxford, ya que se nota que ésta es muy rica y las actividades y el nivel de vida allí es alto. Aquí empecé a trabajar en una cadena de restaurantes muy famosa por allí, “Living Ventures”, en uno llamado “Artisan”.
Los españoles están muy bien vistos en el Reino Unido ya que somos muy trabajadores, aunque la mayoría desempeñamos el trabajo de camarero o dependiente. Se nota que vamos a trabajar, a aprender el idioma y si se puede, a sacarnos un título que apoye nuestro esfuerzo por perfeccionarlo. En Oxford hay mucha gente del sur de España trabajando, pero en Manchester hay mucha del norte. Suelen preguntarme de dónde soy, se conoce Cádiz por estar situado junto a la colonia británica de Gibraltar y es una pena que te digan, “¿qué haces aquí con lo bien que se vive allí?”.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
-A mi vuelta a Inglaterra voy a empezar a estudiar una carrera, ya que ahora tengo un buen dominio del idioma. Espero volver pronto a España muy preparada y encontrar un buen trabajo relacionado con mis estudios. Quiero trabajar de lo que me gusta y no de lo que se puede.
¿Qué es lo que más echas de menos?
-Sobre todo a mi familia y a mis amigos. La comida de mi madre no se puede comparar a ninguna. Es muy difícil encontrar pan de panadería y los picos no existen. El aceite para cocinar es un lujo (se suele cocinar con mantequilla), el pescado es congelado, el jamón es casi imposible a menos de que compres el italiano (que como entenderéis casi no tiene nada que ver con el nuestro) y otra cosa que llama mucho la atención, es que la fruta no se estropea.
Afortunadamente me envían comida y puedo cocinar allí, incluso lentejas.
Allí siempre llueve, cambiamos la expresión de “¿tú crees que hoy lloverá?”, por la de “¿tú crees que hoy saldrá el sol?”. Ese sol de Cádiz, mis playas y sus atardeceres…
Me encantaría felicitar el año nuevo a tantos españoles que no podrán venir y disfrutar las fiestas con sus familias. Espero y sé, que en alguna casa se reunirán todos y cenarán juntos.
Si algo he aprendido es que cuando estás fuera de casa, tus amigos son una pequeña familia que te hace la vida más amena. Feliz Año Nuevo.
