Bustelo quiso servir del perfecto gobernante, la gente del barrio. Una agrupación mixta que pretendió montar sobre las tablas del Falla a una plaza, la de El Ministerio, que evocó a las diferentes facetas de cada cartera de gobierno.
Ministros que recogen el reconocimiento a la chirigota del Love y a su barrio de Puntales.
Tras el piropo, llegó el sentimentalismo con una copla a su padre por si “algún día pierde la memoria” para que recuerde lo que en su día fue la ciudad. Buscan el mando más justo. Ilusión y ganas que destacan sobre la actuación.