Cáritas Diocesana de Córdoba y las Cáritas Parroquiales de dicha provincia han atendido durante el pasado 2015 a cerca de 130.000 personas, cifra ésta "ligeramente inferior" a la del año anterior, si bien, dados los recursos de los que dispone esta organización caritativa católica, con esa cifra ya ha "tocado techo", en cuanto a las personas que puede atender, hasta el punto de que han tenido que denegar asistencia a personas que les han pedido ayuda, teniendo que "priorizar" dicha atención en favor de "los más necesitados".
Así lo ha destacado este martes en rueda de prensa el secretario general de Caritas Diocesana en Córdoba, Salvador Ruiz, al presentar, junto a la directora de Cáritas Diocesana en Córdoba, María Dolores Vallecillo, y el delegado diocesano, Manuel María Hinojosa, la campaña del Corpus Christi 2016, enmarcada en el Año Jubilar de la Misericordia, y el informe social y económico de Cáritas, con los datos de la memoria de 2015 referidos a la provincia cordobesa.
A este respecto, Ruiz ha señalado que, "aunque cuantitativamente se registrado ese ligero descenso" en el número de personas atendidas por Cáritas en Córdoba, lo cierto es que "cualitativamente las necesidades que atendemos son más importantes", ya que "ahora prestamos ayuda para los gastos de farmacia", demanda ésta que antes no se planteaba, siendo ahora también preciso ayudar a familias a "pagar el alquiler" de su vivienda, cuando hasta ahora solo pedían ayuda para afrontar el pago de suministros, como la luz y el agua de la vivienda.
Es decir, según ha subrayado Ruiz, "la recuperación económica, en términos macroeconómicos, tardará mucho en llegar a las familias que atiende Cáritas", es decir, a aquellas familias que "fueron las primeras en verse afectadas por las crisis y que serán las últimas en salir, si es que salen", porque, además, "la pobreza se hereda", según ha lamentado, en referencia a los menores que, criados en una situación de exclusión social, tienen "muchas más posibilidades" de ser adultos pobres, a lo que se suma que la "feminización de la pobreza" es un hecho, pues "un 78% de las personas a las que ayuda Cáritas son mujeres".
Frente a este panorama, lo que hace Cáritas en Córdoba, con sus 1.700 voluntarios de 167 parroquias, es decir a los cordobeses que "un pequeño gesto", como dice el lema de la campaña de este año, supone "una gran ayuda" para los más necesitados.
LOS DATOS
Tanto es así que, con una inversión de 5,4 millones de euros el pasado año, procedentes en su mayor parte de socios y donantes y también de las ayudas públicas, los Servicios Generales de Cáritas Diocesana y las Cáritas Parroquiales prestaron ayuda a las mencionadas cerca de 130.000 personas.
En concreto, los Servicios Generales de Cáritas Diocesana, a través de sus proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y atención a personas sin hogar, pudieron ayudar a un total de 8.253 personas, lo que supuso una inversión de 2.658.719 euros en programas de intervención social.
Destacaron en 2015 los programas de empleo, gracias a los cuales, además de las tareas de acompañamiento, orientación e intermediación laboral, se pudo contratar a un total de 172 personas en exclusión, con una inversión total de 2.358.230 euros y, por su parte, la empresa de inserción socio-laboral Solemccor realizó una inversión de 1.763.342 euros.
Pero, la mayor y principal actividad de Cáritas se produce siempre a través de "la generosidad y entrega de las 167 Cáritas Parroquiales, que probablemente constituyen la red de ayuda más extensa y cercana de apoyo para las personas en situaciones de exclusión y vulnerabilidad", como lo demuestra que, con una inversión en 2015 de un millón de euros, han podido atender a cerca de 30.000 familias (unas 12.000 personas) en toda la provincia.
Toda esta actividad, se desarrolla, además, sin menoscabo de la cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos internacionales en Tánger (Marruecos), Jerusalén (Israel) y Moyobamba (Perú), además de las ayudas a emergencias ante catástrofes naturales, hambrunas, guerras o epidemias, como es el caso de Siria y Oriente Medio, Ucrania, Nepal, Ecuador o el Sahel.