El alcalde de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), Juan Manuel Valle (IP-IU), ha advertido este lunes de que los trabajos destinados a la transformación en autovía del tramo de la antigua carretera N-IV comprendido entre Dos Hermanas y Los Palacios están paralizados pese a que el proyecto fue adjudicado poco antes de acabar el año 2015, por unos 43,6 millones de euros.
Juan Manuel Valle ha explicado a Europa Press que tras la adjudicación de las obras, allá por diciembre de 2015, se apreciaban en la zona trabajos de "delimitación" y algunos "movimientos de tierra" que rápidamente fueron interpretados como el comienzo de las obras como tal. "No somos ingenieros", ha dicho explicando que unos seis meses después de aquello, lo cierto es que aunque "se ve a gente a pie de las obras", el grueso de las mismas no ha comenzado aún.
"Si bien es cierta la complejidad del proyecto, con muchos servicios (públicos) afectados que complican su ejecución, como el tendido eléctrico, la telefonía o los diferentes cruces con pasos elevados, así como la actualización y consiguiente adaptación a las nuevas normativas ambientales y arqueológicas de un proyecto que data de 2007, llevan seis meses con estas tareas y una vez adjudicadas las obras, ya se debía tener resueltas esas dificultades y no dar la sensación de inseguridad, improvisación y parálisis", opina el alcalde, quien recientemente se ha reunido con el director de demarcación de Carreteras en Andalucía, al objeto de tratar el asunto.
"Es lamentable que el Gobierno del PP anunciara a bombo y platillo, con foto de sus dirigentes a pie de carretera, el inminente comienzo de las obras en plena campaña de las elecciones del 20 de diciembre, realizando un ridículo paripé con una máquina moviendo tierra y después de las votaciones no se haya visto ni el más mínimo movimiento de obras", insiste el primer edil, según el cual las autoridades están "dando pares y nones" sobre el comienzo del grueso de la obra.
Por eso, ante el nuevo anuncio del Ministerio de Fomento de iniciar las obras en breve, el Ayuntamiento palaciego desconfía y piensa que "el Gobierno de Rajoy quiere volver a utilizar descaradamente de forma electoralista un tema tan sensible y delicado para miles de personas, como es la obra del Desdoble de la N-IV, cuando lo que debería hacer es obligar a la empresa concesionaria a que empiece la obra ya de una vez por todas".
Así, ha advertido de que el Ayuntamiento palaciego está pendiente del cumplimiento o no de la promesa de comenzar las obras en breve, "calentando motores" en paralelo para unas nuevas movilizaciones destinadas a reclamar el comienzo de los trabajos.
LA N-IV
Hablamos del muy esperado proyecto de transformación en autovía de la antigua carretera N-IV, que conecta Cádiz y Sevilla y cuyo trazado corre paralelo al de la autovía de peaje AP-4, cuyos precios han experimentado un paulatino incremento durante los últimos años, marcados por la cruda crisis económica. La subida de precios de la autovía de peaje, en ese sentido, ha ido en paralelo a la saturación de la antigua carretera N-IV, cuya alta siniestralidad es ya conocida.
Esta carretera, de hecho, contabilizó sólo en 2014 tres accidentes con víctimas mortales y otros tantos sólo con heridos, toda vez que en 2015 se habrían contabilizado dos accidentes mortales con un saldo de tres fallecidos.
DESDE 2006
Aunque en 2006 nació un proyecto destinado a transformar en autovía o desdoblar la antigua carretera N-IV, una idea para la cual incluso fueron redactados los correspondientes estudios informativos y proyectos técnicos, la iniciativa se desvaneció a cuenta de la catástrofe financiera sufrida por España.
Pero tras un intenso debate público y político, salpicado por los accidentes mortales en esta carretera, el Ministerio de Fomento reactivó por fin el desdoble de la carretera N-IV incluyendo nueve millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado para 2015, para transformar en autovía el tramo Dos Hermanas-Los Palacios de la citada carretera, anunciando además bonificaciones para el tráfico pesado en la autovía AP-4, para aliviar así el tráfico de la carretera.
El proyecto, finalmente, fue licitado el pasado mes de mayo de 2015 por 66,5 millones de euros y fue adjudicado por más de 43 millones de euros, si bien sobre el mismo pesa una resolución de la Confederación Hidrológica del Guadalquivir (CHG) que deniega la autorización de las obras, dada la necesidad de que el tronco de la futura autovía y uno de sus caminos de servicio respeten "el gálibo libre mínimo de cinco metros y una anchura libre mínima a la coronación el Canal del Bajo Guadalquivir, para la circulación de vehículos de explotación y maquinaria de conservación".
"PROBLEMA TÉCNICO"
Pero en un escrito fechado el 2 de septiembre y recogido por Europa Press, el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, expone que pese al contenido de dicho documento, "la citada resolución no impide en absoluto continuar con el proceso de licitación de las obras", porque "se trata de un problema técnico relacionado con las dimensiones de un viaducto, derivado de la interferencia de dos infraestructuras públicas", en concreto la futura autovía y el Canal del Bajo Guadalquivir.
Para el secretario de Estado de Infraestructuras, esta incidencia constituye "una situación normal en la construcción de cualquier obra pública de envergadura".
