Los espectáculos de magia se viven con emoción y expectación. Todos nos mostramos atentos, queremos sorprendernos, saber lo que está pasando en cada momento, cuál será el efecto final. Se disfruta incluso con impaciencia, con perplejidad, sentimos que estamos ante algo especial y, sin embargo, más allá de los efectos especiales, todo es pura ilusión. Un espejismo. Algo irreal. Cartón piedra.
Es inevitable tener ese mismo sentimiento cuando se cumple un año de gobierno de Podemos en el Ayuntamiento de Cádiz. Mucho verbo sin acción. Lugares comunes, retórica banal, discursos grandilocuentes, demagogia, sectarismo, y mientras tanto, ¿quién se encarga de mejorar la vida de los gaditanos? Desde luego, su alcalde no.
Hace tan solo un año, al salir del Pleno de investidura, vi a muchas personas con ilusión en la mirada, confiando realmente en que nuestra ciudad iba a cambiar, se iba a transformar. Nosotros también queríamos creer en ello, de ahí nuestro apoyo al cambio. Sin embargo, el sentimiento de frustración nos ha acompañado demasiado a menudo los últimos doce meses.
Hemos pasado de la derecha más rancia de Teófila Martínez al sectarismo más extremo de José María González que, a pesar de ser alcalde gracias a nuestro apoyo, continuamente nos ha insultado y despreciado por ser socialistas. Habría que decirle que cuando él o su partido consigan tan solo una cuarta parte de los logros que el PSOE ha conquistado a lo largo de la democracia, quizás pueda despreciar a los demás. Hasta el momento, tiene poco de lo que presumir, aparte de su gran capacidad para generar una polémica cada semana.
Comenzaba José María González su mandato diciendo que tenía muy claras sus lealtades, y nos preguntamos, ¿con quién? ¿Con La Corrala que sigue sin luz y sin agua? ¿Con las familias que siguen sufriendo cortes en los suministros? ¿Con los desempleados, por los que no ha tomado ni una sola medida? ¿Con quienes no pueden acceder a una vivienda, por los que tampoco ha hecho nada? ¿Con las asociaciones de vecinos a las que no recibe? ¿Con las entidades sociales a las que mantiene sin convenio?
Estamos hartos de promesas incumplidas y de acuerdos que quedan en papel mojado. Ni una sola idea, ni un solo proyecto en marcha en esta ciudad que vaya a hacernos avanzar. Esa es la realidad un año después. Ya es hora de dejar de lado el argumentario de Podemos y las polémicas absurdas. No vale con querer ocupar los espacios para no hacer nada. Tener responsabilidades para no estar a la altura. No vale con decir que tiene la mano tendida cuando en realidad no cumple las propuestas que le presentamos, no responde a los proyectos que le entregamos y se dedica a insultarnos una semana sí y otra también. ¿Dónde está la mano? Más bien sáquese las manos de los bolsillos y póngase a trabajar.
En Cádiz ya conocemos de sobra a estos ‘nuevos políticos’. Su único objetivo es superar al PSOE, conseguir que nuestro partido desparezca. Lo intentan aquí y lo intentan a nivel nacional. No les preocupan los ciudadanos, ni resolver los problemas, ni cumplir sus compromisos. Han traicionado a todos los que les votaron creyendo que traerían el cambio. No les gustaron los resultados y sólo se han preocupado por sus intereses partidistas. El poder por el poder. Simplemente defienden lo que les da votos. Todo queda reducido a un juego de estrategia.
Pero gestionar nuestro país y nuestra ciudad no es ningún juego, por más que se empeñen. Aunque no le guste reconocerlo, el alcalde gobierna con la confianza de los socialistas y eso tiene que hacerlo valer. Más trabajo duro y menos postureo. La ciudad no está para esperar el próximo show de su alcalde. n
