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Las posibles elecciones a líder laborista atraen a nuevos afiliados

Los diputados Angela Eagle y Owen Smith han reunido los apoyos necesarios para abrir el proceso de elección

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Cerca de 60.000 personas se han inscrito como miembros del Partido Laborista británico en la última semana, ante la perspectiva de que la crisis abierta por la negativa de Jeremy Corbyn a dimitir como líder abra un nuevo proceso de elecciones internas, informaron hoy fuentes de la formación.

Tanto los partidarios de Corbyn como las facciones que presionan para que haya un cambio de rumbo en el laborismo tras el referéndum sobre la Unión Europea (UE) han iniciado campañas para captar a nuevos afiliados, por lo que es todavía una incógnita a qué bando favorecería ese incremento de votantes en unos comicios.

Ambos campos dan por sentado que la apertura de un nuevo proceso electoral es la salida más plausible a la crisis que atraviesa el partido, si bien ningún diputado laborista ha dado todavía el paso para presentarse como alternativa a Corbyn ante las dudas sobre sus posibilidades reales de desplazar al actual líder.

Según un sondeo divulgado hoy por la firma YouGov, elaborado entre el lunes y el jueves, la mitad de los afiliados (50 %) apoyarían a Corbyn en unos nuevos comicios internos, mientras que el 47 % han expresado su rechazo al actual líder.

A pesar de esa mínima ventaja, el resultado está ampliamente por debajo del que presentaba un sondeo similar en mayo, que preveía que el 64 % votaría por Corbyn, frente al 33 %.

"Si se va a desafiar a Jeremy Corbyn, hagámoslo, usemos los procesos democráticos y que sean los miembros quienes decidan quién es el líder y qué dirección debe tomar el partido en el futuro", afirmó hoy John McDonnell, portavoz económico laborista y mano derecha del líder izquierdista.

Los diputados Angela Eagle y Owen Smith han reunido los apoyos necesarios para abrir el proceso de elección, si bien han pospuesto sucesivamente el anuncio de su candidatura.

La cúpula del partido, que guarda ya mínimas esperanzas de forzar la salida de Corbyn, debate ahora sobre qué candidato unitario otorgaría más garantías en unas nuevas elecciones.

Según la encuesta de YouGov, Eagle, que dimitió como portavoz de Negocios esta semana, recibiría tan solo el 40 % de los votos si se presenta para suceder a Corbyn.

El actual líder del Partido Laborista, que en enero contaba con 380.000 afiliados, fue elegido en septiembre con un amplio apoyo de las bases y los sindicatos -principal fuente de financiación del Partido Laborista-, pero con la oposición de la cúpula de la formación, que ve su ideología demasiado escorada a la izquierda.

La victoria del "brexit" en el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha desatado una tormenta política contra Corbyn, que ha visto cómo una aplastante mayoría de su grupo parlamentario (el 81 %) pedía su dimisión y más de 50 miembros de su equipo cercano renunciaban a su cargo para intentar forzar su marcha.

Sus compañeros de bancada creen que Corbyn, que en 1975 votó contra la permanencia británica en la Comunidad Económica Europea (CEE), no hizo lo suficiente para convencer a los votantes del partido sobre las ventajas de seguir en la UE.

Ante la falta de iniciativas para iniciar el proceso de elecciones, McDonnell pidió a los diputados laboristas "calma" y "unidad".

Las dificultades internas "se resolverán, esperemos que de un modo democrático y, sobre esa base, el Partido Laborista debe volver a trabajar junto, de forma amigable", dijo el portavoz de Economía.

La responsable de política exterior del partido, Emily Thornberry, nombrada el martes por Corbyn, sostuvo por su parte que es "irresponsable" abrir en estos momentos una carrera por designar a un nuevo líder.

"Nos corresponde a nosotros tener la cabeza fría y pensar qué es lo mejor para el país. Y eso significa que la oposición debe estar unida y hablar de forma clara", afirmó.

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