El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) regresa de las vacaciones estivales para afrontar el Gran Premio de Austria de MotoGP, que se disputará en el circuito Red Bull próximo a la localidad de Spielberg, en las mejores condiciones que se podían dar para defender con éxito su liderato en el mundial de la especialidad.
Y no porque haya descansado durante estas semanas de vacaciones, que seguramente lo ha hecho, sino más bien por que en Spielberg se van a dar las condiciones que más le favorecen, por su habilidad para adaptarse a los nuevos trazados.
Márquez no ha rodado sobre la pista de Red Bull con una MotoGP, pero el líder del mundial ya se conoce el circuito austríaco por haber rodado con la MotoGP de calle de Honda, la RC 213 V-RS, durante la grabación de un anuncio publicitario en el que seguramente, aunque no haya trascendido, se dio más vueltas de las previstas.
Además, contará con los datos que le puedan facilitar a su equipo de ingenieros el resto de escuadras de Honda que si pudieron estar en los entrenamientos extraordinarios convocados tras el Gran Premio de Alemania en el circuito de Sachsenring, en los que ellos fueron vetados por sus rivales de Ducati, protagonistas destacados en los mismos.
El circuito Red Bull no figuraba en el calendario del campeonato del mundo desde hace 18 años y en 1996 se asfaltaron por última vez sus poco más de 4.300 metros, en los que cuenta con un total de diez curvas, tres a izquierda y siete a derecha, con una recta principal de apenas 626 metros de longitud.
El líder del equipo Repsol Honda y doble campeón del mundo de MotoGP llega a Austria con una ventaja de 48 puntos respecto a su inmediato perseguidor, el también español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), que no pasa por uno de sus mejores momentos si la pista se encuentra mojada, y de 59 respecto al italiano Valentino Rossi, también piloto de Yamaha.
Mientras el progreso en el rendimiento de las Honda parece avanzar, aunque sea lentamente, no sucede lo mismo con Jorge Lorenzo y su Yamaha, que bajo la lluvia no cuenta con confianza alguna en la rueda delantera de su moto.
Lorenzo sufre lo indecible bajo la lluvia y eso se pudo percibir una vez más en Alemania, en donde acabó en una más que discreta decimoquinta plaza, lo que le obliga a buscar soluciones de manera urgente para intentar frenar que sus rivales o bien se escapen camino del título o lo acaben superando, máxime cuando existen muchas posibilidades de que se den nuevamente esas condiciones de mojado en más de una de las nueve carreras que faltan por disputar.
Los principales rivales tanto de Honda como de Yamaha en el trazado Red Bull parece que serán los pilotos de Ducati, que brillaron a gran altura en los entrenamientos realizados en esta pista, aunque no será hasta que coincidan todos juntos cuando se vea el alcance real de los registros obtenidos por todos los representantes del fabricante de Borggo Panigale.
Andrea Iannone, piloto de Suzuki la próxima temporada, y Andrea Dovizioso cuajaron una excelente actuación en las dos jornadas de Spielberg y por ello cuentan con muchas posibilidades de luchar por la victoria o cuando menos el podio en el regreso de las vacaciones.
Justo tras ellos debieran estar pilotos como Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1), o Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP14.2), pero también los representantes oficiales de Suzuki en esta temporada, los españoles Maverick Viñales, la temporada que viene en Yamaha, y Aleix Espargaró, que en 2017 será piloto oficial de Aprilia, en donde esta temporada se encuentra Álvaro Bautista, quien precisamente este fin de semana podría confirmar oficialmente su paso a la escudería Ducati del equipo de Jorge Martínez "Aspar", quien ya en Alemania reconoció que "sólo faltan unos pequeños flecos para cerrar el contrato".