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Ronda

De Ronda a Santiago

Luzya es una deportista rondeña, de 34 años, directora del CP Virgen de la Paz, amante del deporte, incombustible, triatleta y pedagoga.

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  • LUZYA JURADO -

Luzyaes una deportista rondeña, de 34 años, directora del CP Virgen de la Paz, una amante del deporte, incombustible, triatleta, pedagoga que recarga sus pilas en los periodos vacacionales y no tantos, en el deporte, ilusionada como pocas, sabedora de sus límites.
LuzyaJurado; síasí se escribe su nombre;  hace unos días cumplió un nuevo reto, hacer el Camino de Santiago desde su casa, en Ronda, por rutas inhóspitas, sin acompañamientos, sola, disfrutando de la soledad, con ganas de descubrir sus limitaciones, de saber solventar las desavenencias que se le plantearan en los 1.170 kilómetros que le separaban de Ronda a la capital compostelana. Sin dudas se enfundo su mallot y sin dudas cumplió con su propósito.
Trece días le llevaron poder alcanzar la compostelana, ya lo había hecho antes, andando había vivido la experiencia recomendable de pisar la plaza del Obradoiro y ponerse ante el pórtico inigualable de la Catedral en dos ocasiones, pero esta vez ha sido especial, se encuentra en su mejor estado de forma.
Con un camino por descubrir, buscando encontrase consigo misma, con más 25 kilos de peso que llevar, se plantó en su MTB en Santiago.
Traerles a estas páginas la, para nosotros, hazaña de Luzya Jurado, es querer compartir las experiencias de deportistas de nuestra ciudad con todos y poder quitarnos el sombrero ante personas con estas capacidades, con este interés en ver sus límites.
Todas estas peripecias que vivió Luzya sola en el camino, nos la contó en una larga conversación, pero hemos querido compartir con nuestro lectores sus vivencias escritas día a día, por ella, desde la soledad del albergue lejano que la cobijaba, desde la quietud que le acompañaba, desde su corazón cada día sacó fuerzas para colgar en la web sus sentimientos, por ello ponemos el extracto integro de sus vivencias.
Enhorabuena campeona;

1. Etapa: Ronda-Montellano 70km. Salí de la puerta de mi casa y me despedí de mi novio camino de la calle Jerez de Ronda y comenzar mi aventura. Las flechas a veces se perdían o no las encuentras fácilmente. La guía y la descripción de la etapa de la página web ayuda un poco a encontrar el camino cuando te pierdes, pero hay veces en las que se echa de menos una flecha y tener que parar la bici para consultar la página del camino constantemente es un poco rollo. Mitad subidas durillas, mitad llaneo. El camino está pensado para peregrinos a pie, pero para bici algunas zonas son complicadas por el tipo de terreno y, o se coge carretera o te toca empujar la bici bastante rato. Algunas zonas poco recomendadas para ir con la bici y a veces tuve que darme la vuelta y coger carretera. Pero me resultó muy fácil y llegué pronto. Llegué a Montellanos para antes de las 14:00. Me abrieron el Albergue de Montellanos solo para mí, lo cual agradezco al ayuntamiento porque además no me cobraron nada. Almorcé con mi novio, Antoñete que como estaba cerca de Ronda vino a visitarme y se me hizo el día más ameno. Acababa de empezar el camino y estaba emocionadísima, aunque me sentía un poco extraña porque estaba en el Camino pero al lado de mi casa. Era como si no hubiera empezado aún y simplemente saliera de casa para entrenar y después no hubiese vuelto. Por la tarde intenté echarme la siesta pero no pegué ojo y di una vuelta por el pueblo. La gente del pueblo al verme con la bici y las alforjas me miraba con cara de asombro y rareza. Me acosté temprano. Aunque se suponía que la etapa del día siguiente a Dos Hermanas iba ser cortita, de unos 55kms, quería levantarme pronto para llegar lo antes posible a casa de mi amiga Arancha donde pasaría el día y la noche. Así que me acosté con mucho calor, me costó coger el sueño pero descansé bien.
2. Etapa: Montellano-Dos Hermanas 76kms. Muchos caminos están perfectamente indicados, otro no, cruces en los que tienes que andar adivinando para donde tirar, caminos que están pensados para peregrinos a pie pero en bici es imposible, algunos con mucha arena peligrosos, tuve que ir buscando alternativas sobre la marcha con el googlemap porque ya me pasó varias veces de tener que darme la vuelta. Se me hizo muy largo porque a pesar de que eran pocos kms, realmente pensaba que eran menos de lo luego realmente me salieron. Pero todo el esfuerzo del día y la calor que pasé, fue recompensada al llegar a mi destino de esa etapa y poder compartir ese día y esa noche con mi amiga Arancha, más de 20 años de amistad. Me acogió en su casa con los brazos abiertos y pasamos el día juntas. Fue un verdadero lujo y le doy las gracias por ello.
4. Etapa: Dos Hermanas - Real de la Jara 97 kms. Salí de Dos hermanas temprano y me dirigí a Sevilla para salir desde la catedral en busca del Camino de Santiago. Atravesar Sevilla fue muy aburrido y pesado, sin desayunar y aunque tan solo fueron 15kms, el tráfico y los semáforos me hacían pararme mucho. A lo lejos la Torre del Oro y la Giralda parecían que nunca iban a llegar. Por fin llegué a la Catedral, por supuesto, me hice mi foto de Salida por de la vía de la plata y comencé a vagar buscando flechas por las calles de Sevilla. Me costó salir del centro de la ciudad, bastante perdida al principio. Al cruzar el puente de Triana paré a desayunar, enfrente de la Capilla del Cachorro y estudié la etapa con la guía en papel delante del café y el mollete con aceite... ahora sí, empezaba la Vía de la Plata y decía adiós a la Vía Serrana que viene desde Gibraltar. A partir de Sevilla me esperaba un camino durísimo, atravesando toda la Sierra norte de Sevilla, por caminos llenos de piedras y caminos técnicos, casi todo  cuestas, caminos complicados y por muchos sitios empujando la bici tanto para arriba como para abajo, aunque otros los logré pasar y los disfruté muchísimo. También hubo algún que otro tramo de asfalto, pero sobre todo, lo peor, la calor insoportable a 47 grados. Cuando la gente me veía sola haciendo el camino me insistía en que fuera por la carretera, que si estoy loca, que yo sola, que si la calor... me lo esperaba, así que caso omiso, no estaba dispuesta a que nadie me metiera miedo ni que el miedo me impidiera hacer lo que me había propuesto, tan solo estaba dispuesta a hacer por carretera lo que me marcaban las flechas amarillas, y aunque por algunos sitios como por el Calvario, en el parque del Berrocal o desde Almadén de la Plata a Real de Jara tuve que bajarme y empujar la bici con mucho esfuerzo, mereció la pena, tenía ganas y mucha ilusión. Ahora sí sentía que estaba en el camino, lleno de historia, emocionada y dispuesta a avanzar.  La tercera etapa fue bastante dura pero a pesar de todo llegué muy contenta y disfrutando, cansadilla pero en perfectas condiciones físicas. Allí por fin encontré otro bicigrino. Tres etapas completas sin encontrar a nadie en el camino es bastante aburrido, pero venía esperando algo así. Mi compañero, un hombre de Vitoria de cincuenta y tantos años, bastante agradable, solo estaba haciendo Sevilla-Merida que fue la etapa que se le quedó pendiente hace años. Supuse ya que solo coincidiríamos ese día, así que compartimos la cena y a dormir.
4. Etapa: Real de la Jara - Villafranca de Barros 92km. Ruta fácil, de suelta piernas aunque se notaba la paliza del día anterior. Alguna subidita fácil a molinillo pero lo demás todo llaneo fácil excepto que me metí en una ciénaga pestosa hasta la cintura con ranitas nadando a mi alrededor, increíble que el camino pasara por allí, pero sí, por allí pasaba. Mucha calor pero soportable con agua fría, sales y parando bastante a quitarme del sol, a refrescarme o comer algo... casi 50 grados de temperatura hoy, supongo que mientras más vaya subiendo, menos calor. Llegué temprano a Zafra y almorcé en el primer restaurante que encontré. Mi compi de la noche anterior se quedaba allí, aunque yo no lo vi en todo el día poe el camino porque salió bastante mas temprano que yo. A mí me apetecía seguir un poco más, me encontraba bien y así llegué hasta Villanueva de Barros. La etapa me resultó fácil e incluso aburrida por algunas zonas, sin sombras y largas extensiones de terrenos agrícolas de secano. La calor horrible y no refrescaba ni por la noche. En el albergue tres peregrinos a pie, ninguno español, ninguno en bici.
5. Etapa: Villafranca de Barros - Valdesalor 111kms. Después de la etapita fácil de ayer, me encontraba super bien. Hoy la rutita tb era muy fácil y cómoda con algunas subiditas, piedras y arenas y como todos los días, había mucha gente que me asustaba (al verme mujer y verme sola) y me decía que tirara por carretera. Menos mal que no les hice caso a ninguno. Me volví a encontrar en esa etapa con el bicigrino de Vitoria que me hizo compañía varios kms hasta un poco más allá de Mérida, donde se despidió de mi porque volvía ya para casa. Zonas asequibles que nada tenían que ver con la tercera etapa que hice que si que fue dura de verdad y si que tenía zonas difíciles, pero que también se hicieron. Mi intención era pasar Mérida y hacer unos 70 u 80 kms, más tranquila. Pero cuando llegué a Alcuéscar, resulta que solo había un albergue de un monasterio con unas normas que no me gustaron mucho y dos pensiones que me clavaban y estaban a las afueras del pueblo. Total, que me recomendaron que siguiera 30 kms más ya que eran fáciles y que los 11 últimos los hiciera por la carretera secundaria, no por la dureza, sino porque el camino iba paralelo a esa carretera y el paisaje era mucho mas bonito, con castillos y zonas preciosas por la carretera que por carriles y que además estaba considerada ruta ciclista. Así fue. Lo demás todo carriles y zonas chulísimas. Etapa de lujo aunque evidentemente los cuádriceps ya iban un poco congestionados. Por lo demás, estaba estupenda y disfrutando mucho a pesar de que iba sola y la gente no lo entendiera mucho. En el albergue coincidí con un hombre mayor que va en bici pero por carreteras y no por el camino original, solo por carreteras y asfalto, así que seguía sin tener compañeros de pedales.
6. Etapa: Valdesalor - Carcaboso 98kms. Esa mañana me levanté muy cansada, con dolor de garganta y cabeza y pensé que no llegaría muy lejos porque sabía que venían etapas bastante complicadas. Sin embargo, a pesar de algunos puertecitos y cuestas con piedras, arenas, rocas y algún que otro puerto por donde tuve que ir empujando la bici cuesta arriba como después de Carvajal, la etapa me pareció preciosa, muy divertida con muchos subi-bajas y muy dinámica. Se me hizo muy ameno llegar hasta Carcaboso. A mitad del camino encontré otro bicigrino mayor que yo y corpulento que no veas como le metía caña a los pedales. Con él llegué hasta Carcaboso después de atravesar zonas de montaña de piedra con subidas complicadas y técnicas, pero que en general me resultó super fácil. Estaba disfrutando mucho y no me creía que ya llevase 6 días por esos caminos. La etapa concluyó bien, el bicigrino que me encontré llevaba otros horarios y otro ritmo. No sabía si volvería o no volvería a encontrsrme con él. Estaba en un albergue con habitación solo para mí, aire acondicionado y muy bien de instalaciones. Pensé en la etapa del día siguiente y me agovié, así que me acosté pensando: "mañana ya iré viendo".
7. Etapa: Carcaboso - Fuenteroble de Salvatierra 85kms. Anoche estudié las etapas y me di cuenta de que estaba a 140-150kms de Salamanca. Como quería hacer parada en Salamanca para hacer un poco de turismo, decidí tomarme un respiro y hacer dos etapas más cortitas para llegar a Salamanca y disfrutar un poco allí. Decidida esta mañana a hacer 70kms aproximadamente, esta mañana me costó mucho trabajo levantarme y ponerme en marcha. De hecho los primeros 20kms fueros horribles, cansada, desmotivada y a pesar de que el paisaje era precioso, el camino era complicado de arena y piedras y a cada instante te encontrabas una cancela para abrir y cerrar, o vacas, perros sueltos o cabras por el camino. Por el camino encontré un par de bicigrinos que hacían parada en Bejar y continué con ellos bastante más motivada unos kms. Ese día me chupé toda la Sierra de Bejar, algún que otro trazado romano y calzadas antiguas complicadas de piedras sueltas que me han hecho venirme arriba totalmente. La gente me insistía en que tirara por la carretera, pero cabezona de mí, me despedí de mis compañeros de etapa y seguí por esos caminos que aunque difíciles y complicados, me animo mucho verme salvando esos obstáculos yo sola, y a pesar de que en algunos metros tuve que poner pie en el suelo, me lo pasé pipa y disfruté muchísimo. Total, con ese subidón he llegado hasta Fuenteroble de Salvatierra (85kms) que me lo habían recomendado varias personas. El albergue espectacular, te acogen super bien, dejas la voluntad, te ponen de cenar y desayunar, todo de piedra, cuidadísimo y te trasmite una paz y una serenidad maravillosas. Tenía intención al día siguiente de hacer 50kms de relax para hacer turismo en Salamanca y retomar hasta Santiago, estando a 480-500kms aproximadamente de distancia. Super feliz y motivada, de lujo. Piernas super bien, cuerpo de lujo, sensaciones aún mejores. Y alucinando conmigo misma, con el camino, con todo. FELIZ.
8. Etapa: Fuenteroble de Salvatierra - Villanueva de Campeán 100kms. Como  ese día pensaba solo hacer 50 kms hasta Salamanca, puse el despertador un poco más tarde, pero el resto de gente del albergue me despertaron a las 6:30 y ya no me pude dormir más, así que  me puse en marcha y comencé a pedalear a las 8 de la mañana pasadas.  Me encontraba bastante bien y descansada, las piernas mucho mejor que días anteriores y eso que la etapa anterior fue bastante durilla. Sabía que subía hoy al Pico de las Dueñas, que aunque el trazado original de la vía de la plata no pasaba por allí, lo cambiaron por motivos de unas fincas más abajo y ver las vistas desde arriba. La subida comenzó fácil pero enseguida se complicaba, con piedras de pizarra roja cortantes y sueltas que esquivaba como podía, impensable hacer eso hace unos meses, y verme por esos lugares subiendo con alforjas incluidas me pareció muy emocionante. y así, muy emocionada llegué hasta arriba. Allí, a 1690m de altitud pensé que estaba en el punto más alto y como la vida misma pude contemplar desde ahí de donde venía, recordando hacia donde voy. Estando allí sentada un rato disfrutando del momento, de repente empezó a volar a mi alrededor un enorme bicho negro y blanco y casi me da un infarto, pero esta vez me invadió un "tranquila, no hay nada que temer" y me quedé muy muy quieta y paralizada. Unos segundos después el bicho se posó suavemente sobre mi pierna y resultó ser ... Una enorme mariposa negra y blanca!!!!!!!! Los que me conocéis ya sabéis lo que significa para mí. Aguanté la respiración impactada y tras unos segundos continuó su vuelo. Me eché a llorar y recordé uno de los motivos por los cuales hacía esto "mi madre". Y así, emocionada empecé a bajar feliz y contenta, segura y con confianza. A partir de ahí y hasta Salamanca me chupé gran parte de asfalto aburrido y me planté en Salamanca sobre las 12 de la mañana. Visité todo lo visitable en hora y media, paseando por la maravillosa ciudad llena de historia y me senté en la Plaza Mayor a disfrutar de una cocacola. Tranquila y sosegada miré a la izquierda, una concha, donde se iniciaba de nuevo mi camino hacia Santiago. Y como ya había paseado por la ciudad y la había saboreado, me entraron ganas de continuar un poco más. Así, entre asfalto aburrido y tramos de carriles en los que entraba y salia de algún otro pueblo triste y volvía a encontrarme con el asfalto, encontré un restaurante que me dio buenas vibraciones a pie de carretera y entre a comer sobre las 15:30. Al frente estaban sentados un hombre de mas de 60 años y un chaval muy joven que me invitaron a sentarme con ellos y compartir el almuerzo. Me dieron muy buenas sensaciones y acepté. Mi intuición no me falló. Durante cerca de dos horas el hombre estuvo contándome historias divertidísimas de su vida, el camino, los curas y otras cosas más, abogado y tb músico. Sacó una guitarra y me cantó la Saeta de Serrat, que me conectó con mi pasado de adolescente como músico. Me invitó a almorzar. Y tras ese buen rato, me fui motivada y seguí 35 kms más con alguna que otra pérdida por el camino, hasta Villanueva de Campeán, una aldeíta pequeña y muy tranquila. de nuevo volvía a estar sola en el albergue, y sin ronquidos ni nadie que me despertara ese día. Al final el camino, como la vida misma, siempre te pone donde tienes que estar. Vivir, disfrutar y dejarse llevar... SOLTAR RIENDAS Y FLUIR.
9. Etapa: Villanueva de Campeán - Tábara 91kms. Como anoche estuve sola en el albergue dormí bastante bien y me levanté descansada, con fuerzas y llena de animo. Por fin había conseguido poner en funcionamiento en wikilook y me había descargado las posibles rutas de hoy, sin saber bien, como cada día, hasta donde iba a poder llegar. Llegué a Zamora temprano, para desayunar, me pareció espectacular, me encantó. Allí tuve la sensación de que hoy no sería un buen día. Me había encontrado con gente muy borde y bastante estúpida en esos 20 kms y la cabeza hoy no estaba conmigo. Así fue, salí de Zamora y hoy la cabeza no me iba, muy negativa, sin mucho ánimo y parándome a cada instante por las rozaduras de las ingles, zonas de grava y piedras... Se me hizo eterno llegar hasta Montamarta 20kms más allá de Zamora. Compré cosmopores para las ingles ya que hoy tuve que usar el mono de tri porque el culote de ciclismo no se me había secado del día anterior. Para colmo, en unos de los caminos chungos de gravilla perdí el control de la bici y me caí encima de unas zarzas. Y así, sin ánimos, sin cabeza, medio llorisqueando, magullada, escocida, llena de pinchos de zarza y con orgullo hundido, me quedé un rato sentada en el suelo a sentir esa sensación de frustración que invadía mi cuerpo. Pero iba a seguir un poco más, solo llevaba 40 escasos kms y no quería quedarme con esa sensación al terminar la etapa. Así, continué un poco más, con miedo de volver a caerme, con miedo de no llegar... En fin, opté por hacer de mis pensamientos el abejorro y pasar de ella, porque si la cabeza no me iba, las piernas me pedían seguir hasta llegar a la Granja de Moreruela, donde tenía que decidir si seguir por el camino francés o el sanabrés. Me perdí varias veces porque por culpa de las obras del ave los caminos están mal marcados. Llegar a una rotonda con tres caminos, los tres con flechas, que la guía te indique uno, el wikilook otro y el gps otro... Total así una odisea hasta llegar a la Granja dichosa. Encima, me empecé a dar cuenta de que como hasta ahora he llevado el maillot de ciclismo, solo me he echado crema solar en brazos, cara y piernas ... Total que con el mono de tri me estaba quemando los hombros... Por fin la Granja de Moreruela a las 3 de la tarde, llevaba 65 kms y ahí pensaba quedarme. Entré a un restaurante, el único del pueblo a las 3 de la tarde. Me senté esperando que me atendiera una mujer que acababa de poner en la mesa de al lado unos platos con una pinta buenísima. Pasó un buen rato y no venía, me acerqué para pedir yo y me dijo muy bordemente y con palabras literales "es que yo ya a esta hora no pongo de comer" A las 3 de la tarde!!!!!!!!!! Y no había ningún otro sitio para poder ir a comer. Me faltó llorar. Conseguí a duras penas que me pusiera un trozo de pan con aceite y una cocacola y me comí un plátano que llevaba con ganas de llorar. Se acercó un hombre y me dijo que me fuera de allí, que no me quedara y que siguiera, que allí me iba a amargar. Así que nada, a las 4 de la tarde después de hablar con mi novio y mi suegro que me animaron un montón y me dieron fuerzas, me despedí de la vía de la plata y me adentré en el camino Sanabrés s iguiendo otro poquito más y conseguí llegar hasta Tábara. Justo llegando, venía otro bicigrino de unos 60años de frente, le pregunte donde iba y me dijo que a Santiago, pero le dije que por ahí no era, que yo venía de allí... Total un rato los dos investigando y conseguimos averiguar por donde seguía el Camino. Me dio pena despedirme de él, pensé que hubiese sido un buen compañero de camino, catalán, gracioso y muy divertido y se le veía bastante en forma, pero le deseé buen camino, porque yo ya me quedava allí y nos despedimos. Yo seguí hasta llegar en Tábara a un albergue en el que se aporta la voluntad, te dan de cenar, de desayunar, con una chavala y un chaval que van a pie, el hospitalero super agradable... Y eso que me recomendaron el otro, el privado, pero mi intuición me llevó hasta allí. La cabeza no me iba, pero mis piernas me llevaron hasta allí, donde me sentí feliz por haber conseguido salvar la crisis y poder continuar. Lo importante no son las circunstancias, sino lo que nosotros decidimos hacer de ellas. Y así, con esa sensación de bienestar, después de una agradable cena contando historias de cada uno e historias motivadoras del camino, me dije "mañana, será otro día".
10. Etapa: Tábara - Puebla de Sanabria 93kms. Esa noche descansé bien. El hospedero nos puso el desayuno y tras reponer energías, salí de Tábara. La estancia allí me había animado mucho y de nuevo retomé las ganas y la ilusión. Repechos importantes, vegetación extraordinaria, caminos diferentes, colores... Todo había cambiado. El paisaje era espectacular, me sentía fuerte y llena de vitalidad. Senderos al lado del río, fresquito, caminos encajonados entre arboles, toda clase de animalitos se me cruzaban, desde jabalíes, corzos, ciervos ratones, lagartijas, miles de mariposa revoloteando a mi alrededor, conejos y hasta ardillas vi. Me sentía Blancanieves en la película de Bambi. El día anterior me resbalé en la ducha y llevaba un tirón en el muslo izquierdo, pero solo me molestaba para bajarme y subirme de la bici, pedaleando perfecto, ni subiendo ni bajando. Eso si, seguía bastante escocida jajajaja. Llegué a Puebla de Sanabria antes que ninguna etapa e incluso me planteé seguir un poco más, pero me encantó el sitio y allí me quedé en un albergue. Al entrar vi dos bicis más!!!!! Que ilusión encontrar mas gente en bici. Al darme la vuelta... El catalán de ayer!!!!! Cenamos juntos y después conocimos a los otros bicigrinos, un nalagueño que venía desde Torredelmar y un Valenciano que venía desde Sevilla. Feliz de encontrar compañía me acisté. Acercándome a Santiago. No sabía como iba a plantear el resto de las etapas porque ya empezaba a estar bastante cerca, creo que sobre 300 kmsaproximádamente. Pero como se dice por el Camino: Santi proveerá. Así que me acosté diciendo "ya se irá viendo".
11. Etapa: Puebla de Sanabria - Laza 93kms. Esto es un catalán, un valenciano, un andaluz y una andaluza... Así, como de chiste, comienza la etapa de ese día a las 7:30 de la mañana. De chiste tb fueron muchas de las subidas y caminos que nos tocaron ese día. Coincidimos estos cuatro individuos y comenzamos la etapa subiendo... y subiendo... y subiendo. Desde Puebla hasta Gudiña nos avisaron de que el camino esta cambiado y mal señalizado por culpa una vez mas de las obras del ave. Como los cuatro queríamos carriles,  nos arriesgamos... Después de tener q volvernos varias veces y perdernos, decepcionados, cogimos la carretera esos 40kms primeros. Pero no por ir por carretera fue más fácil. Subimos 2 super puertos en total de 20kms y 6kms brutales, que ya en 40kms nos dejaron las piernas listas. Como queríamos carriles optamos a partir de Gudiña por ellos,... Mala elección una vez más: a pesar de los paisajes maravillosos y que los sitios eran preciosos, nos encontramos vereítas de piedras, zonas intransitables, barro, trialeras de infarto... Algunas zonas muy técnicas que sí que se consiguieron subir o bajar, otras imposibles, viento en contra y pa colmo algo de lluvia tb. Los dos chavales y el hombre con quienes iba le daban bastante bien a la bici, buen ritmo, buena técnica. Aún así durante 15 kms nos tocó arrastrar bici casi todo el camino salvo algunos tramos. Paramos a comer y nos quedaban aún 40kms que transcurrían intercambiando carriles y alfalto pero subiendo... y subimos y subimos y subimos, y bajamos y subimos... Etapa rompepiernas total, creo que la más dura hasta ahora, pero muy divertida, lo he pasado genial y la compañía de los tres bicigrinos que venían conmigo hizo que fuera a pesar de todo una etapa estupenda, riéndonos y divirtiéndonos, adaptándonos unos a otros. 1600m de desnivel acumulado subiendo en 93kms, pero muy contenta... me quedaban 175kms para llegar a Santiago!!!!!!!!!! Hice cálculos e iba aproximadamente a 91kms diarios de media. Si todo iba bien, el sábado estaba en Santiago, me quedaban dos etapas!!!!!!!!!
12. Etapa: Laza - Castro Dozón. 95kms. La mañana comenzó a 10 grados de temperatura y con niebla, y así en frío, los cuatro bicigrinos que nos juntamos el día anterior comenzamos 12kms de subida que iban entre el 7% y el 11% de desnivel... Arriba en Alberguería hicimos una parada obligatoría en el bar del Rincón del Peregrino que está todo decorado de conchas de peregrinos, para echar un café y de paso dejar una concha con nuestros nombres allí.  Luego seguimos subiendo un buen rato pero algo más distendido. Entre bajadas y subidas llegamos a Orense para la hora de almorzar, y como de broma, después de comer y con 37grados, comenzamos a subir otro puerto divertidísimo de piedras romanas de 6kms que llegó hasta el 23% de desnivel!!!!!!!!! Pero la verdad que se hizo, lo disfrutamos y fue muy divertido. Después de eso, ya reventados pero con mucho ánimo porque ya estábamos cerca de Santiago, seguimos subiendo, subiendo y subiendo y conseguimos llegar a Castro Dozón, felices y muy contentos por haber superado una etapa de 95kms con 1850m de desnivel subiendo y sabiendo que ya mañana llegabamos a Santiago porque nos quedan aproximadamente 70kms y sobre todo por la compañía de los cuatro juntos que entre risas y buenos ratos hicimos piña y conseguimos juntos llegar hasta allí. Allí en el albergue había muchos peregrinos a pie. Mañana llegaba a Santiago!!!!!!!! Me fui acordando por todo el camino de ese día de mi familia (incluyendo mi familia política) mis compañeros del club de tri, de mi novio, de mi madre, de mis amigas, de mis compañeros de trabajo... Todos venían conmigo en mis pensamientos y en mi corazón, porque además sin su apoyo, no hubiese sido posible. Emocionada y nerviosa porque ya mañana llegaba... Si Santiago quiere, llegaba mañana. 13. Etapa Final!!!!! Castro Dozón - Santiago 69kms. Me levanté temprano como siempre, pero esta vez, muy emocionada y muy nerviosa. Me coloqué el mono de tri de mi equipo porque ese día, en Santiago, entraba con ellos tb. Me inquietaba la idea de que a tan pocos kms y tan cerca, pasara algo y no pudiera llegar. Arrancamos, y a los pocos kms Fran, uno de mis compis bicigrinos de repente los pedales no le iban. Por un momento creíamos que nos quedábamos allí. Pero no, seguimos contentos al ver que solo fue un susto. El camino, totalmente rompepiernas, con toboganes, subi-bajas, alguna que otra zona  técnica muy divertida que cogí con muchas ganas y con mucho entusiasmo. Por el camino, muchas emociones. Parecía mentira que ya llevara 13 días fuera de casa, me daba pena terminar, aunque también tenía muchas ganas de llegar, de ver a mi familia, mi novio, compañeros y compañeras del cole, amigos y amigas y mi club de triatlón que han venido apoyándome y siguiéndome durante toda mi aventura. Así seguimos todo el camino hasta el km 47 de la etapa. Paramos a beber algo porque nos esperaban 3km de puerto que ascendía por piedra redonda tipo romana de 60m a 265m de altitud. Le empujé con ganas, con paciencia y escalando piedras, pensando que eran ya los últimos kms recorridos del camino. Quería disfrutar cada piedra del camino que me quedaba y saborear cada uno de los tramos. Y así, llegué hasta arriba, con las lágrimas saltadas... No podía creer que después de 13 días y tantos kms, tantos puertos, ... Aún tenía fuerza, cabeza y piernas para subir casi escalando por donde lo acababa de hacer. Nos quedaban ya tan solo 12 o 13 kms, pero eran las 14:30 estábamos muertos de hambre. Paramos a comer para entrar a Santiago tranquilos y con el estomago lleno, porque aún nos quedaban cuestas y subidas. La tortilla de patatas, el pulpo, la empanada y la ensalada acompañados de unas Estrella Galicia bien frías, mensajes de ánimos de mis compañeros de tri, la llamada de mi novio... me dieron las fuerzas necesarias para terminar esos últimos kms que distaban de Santiago. Comenzamos a pedalear de nuevo, música de MickelJasson en mi cabeza y recordando todos los motivos por los que hacía esto, aunque realmente tampoco tenía ninguno en particular, solo el impulso de querer hacerlo y sentir que tenía que vivirlo. Iba a llegar. Cuestas y bajadas, y más cuestas... Y realmente parecía que nunca iba a llegar, que no quería llegar... Pero sí... Pasando por las calles abarrotadas de gente, emocionada, lágrimas saltadas... Tan solo quería hacerlo, nada más y vivir la experiencia, y lo hice... 13 etapas a 90kms de media diarios... Estaba en Santiago, con mi gente, que había venido conmigo todo el camino, me habían apoyado y me habían seguido. Lloro, me emociono, porque a pesar de estar en medio del Obradoiro sin mi gente, sé que no estoy sola, se que me acompañan. me abrazo a mis compañeros de las últimas etapas emocionados... me siento FELIZ por sentir tanto amor a mi alrededor y tanta gente que me quiere en la distancia. Se acabó, lo conseguí, todo fue bien, lo he disfruté. Y pensé allí tirada en el Obradoiro: y ahora qué?... Y me llegó la respuesta: AHORA EMPIEZA EL VERDADERO CAMINO.

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