El empresario Ricardo Arranz, propietario del hotel Villa Padierna Hotels & Resort, uno de los más lujosos de Europa, donde se hospedó Michelle Obama, la mujer del presidente norteamericano, durante su visita a España, apuesta por las grandes marcas para hacer más atractiva la oferta de Marbella. Hace autocrítica con su desarrollo y pide apoyo a la administración, y también a la Monarquía, para potenciar la imagen de la Costa del Sol.
Es inconcebible que una marca como Marbella no tenga un operador internacional para el sector del lujo¿Qué balance hace del verano?
-La temporada estival en Marbella ha sido un desastre. Hemos dado una imagen muy negativa del municipio con unas infraestructuras colapsadas, un Puerto Banús con problemas, unas playas en estado lamentable y un saneamiento integral que sigue sin resolverse. La culpa no sólo la tiene la administración, también los empresarios somos corresponsables de lo ocurrido.
Usted lleva muchos años librando una batalla para atraer grandes marcas a la Costa del Sol. ¿Por qué no se ha ganado esta guerra? ¿Dónde está el freno?
-Primero en la poca visión de los empresarios y, luego, en la escasa y nula atención de la administración y por supuesto de los políticos. Hago autocrítica al reconocer que los empresarios no hemos sabido atraer a estas grandes marcas. No es concebible que Marbella no tenga ningún operador internacional para el sector del lujo y que haya muy pocos en España, el primer país del mundo en recepción de turismo.
El Rey Fahd y el Príncipe Salman han visitado la Costa del Sol durante muchos años. Sin embargo, la presencia de monarcas árabes y otros gobernantes ilustres ya sólo es testimonial. ¿Qué esta fallando?
–En mi opinión, nuestro talón de Aquiles ha sido la comunicación. En otros lugares el marketing es un gran activo, pero aquí no hemos estado acertado con este tema. Tampoco la Monarquía española ha ayudado mucho a reforzar la imagen de Marbella. Sus visitas siempre han sido muy breves. Una mayor presencia suya hubiera impulsado más a la Costa del Sol.
¿Qué grado de responsabilidad tiene la administración en la promoción turística? ¿Están haciendo sus deberes el gobierno central, regional y local?
- Hay de todo un poco como en botica. Creo que ha faltado cariño. Pongo un ejemplo. Hace años propuse poner una calle al príncipe Salman en la entrada de Puerto Banús pero la burocracia administrativa frenó esta iniciativa. En Francia, Inglaterra y en otros lugares se hubiera aprobado en horas. Los pequeños detalles son los que hacen un destino.
¿La Costa del Sol teme al ‘Brexit’?
- No especialmente. Me preocupan más otras medidas de índole fiscal que ha puesto en marcha el Gobierno. Reino Unido es muy inteligente y lo ha demostrado a lo largo de los siglo. Con dos cambios hacen mucho más atractivo el país. En 2004, modificó algunas leyes y se convirtió en la capital económica europea. No me cabe la menor duda de que ahora volverá a atraer todo el capital mundial. Sin embargo, estoy más preocupado de que en los últimos seis meses se han dado de baja cinco mil ingleses en Marbella y 17.000 en Andalucía porque tienen que declarar todos los activos que tienen en sus países de origen. El señor Montoro se ha pasado tres pueblos con las medidas fiscales. Debería fijarse en Portugal que ha multiplicado por 30 las residencias dadas en España.
¿ Qué proyectos tiene para 2016?
–Estamos planificando varios proyectos en Marbella, que es el destino de lujo más importante de Europa. Queremos desarrollar y copiar el éxito que han tenido los americanos con las grandes marcas y hoteles. Villa Padierna tiene un macroproyecto inmobiliario que incluye dos hoteles de lujo vinculados al segmento de sol y playa, un palacio de convenciones, un racquet club y un beach club. La inversión estimada es de 400 millones de euros. Atraer a la cadena Mandarin Oriental y a otras grandes marcas a Marbella es una obligación. Sólo así se consolidará una oferta atractiva.
Llevamos casi un año sin gobierno. ¿Le preocupa esta situación? ¿Qué le pediría a los partidos políticos
-La situación es preocupante porque afecta a todos los españoles. Llevamos casi un año sin gobierno y no se tomado ninguna medida positiva ni negativa para el país. No es bueno que se prolongue esta situación cuando estamos inmersos en una grave crisis. Debe imperar el sentido común y la responsabilidad para seguir con las reformas económicas, sociales y laborales que permitan afianzar la recuperación del país.
