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Cádiz

Los indios se despiden de Vicente Ferrer unidos por el respeto

De toda clase, edad y condición, los vecinos de los pueblos del sur de la India, donde el cooperante español Vicente Ferrer llevó a cabo su labor humanitaria, se acercaron ayer a su capilla ardiente para darle el último adiós unidos por el respeto.

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De toda clase, edad y condición, los vecinos de los pueblos del sur de la India, donde el cooperante español Vicente Ferrer llevó a cabo su labor humanitaria, se acercaron ayer a su capilla ardiente para darle el último adiós unidos por el respeto.

“Es una experiencia muy intensa. Gentes que no comparten credos comunes están unidas por una persona a la respetan por su labor, por su colaboración con ellos”, dijo a Efe la portavoz de la Fundación Vicente Ferrer, Blanca Romañá.

Desde que se conoció la noticia de la muerte de Ferrer, ha sido incesante el número de personas que se han desplazado hasta el municipio indio meridional de Anantapur, donde está la sede de la organización, que acoge la capilla ardiente.

El filántropo catalán, quien se encontraba en estado crítico, falleció en la madrugada anterior a los 89 años a causa de una parada cardiorrespiratoria, después de que en los últimos días su estado se agravara.

La salud del cooperante era muy delicada desde el pasado mes de marzo, cuando Ferrer sufrió una embolia y tuvo que ser ingresado en un hospital de la cercana localidad de Vellore.

“Ni tristeza ni alboroto, yo diría respeto. Está siendo un homenaje muy humano y cercano”, dijo la portavoz al describir el ambiente que se está viviendo en el cuartel general de la fundación.

Romañá cifró en 100.000 el numero de personas que el viernes quisieron rendir su homenaje personal al cooperante y acercarse sus familiares.

“La afluencia masiva de personas que vinieron ayer (por el viernes) hizo que se rompieran las filas y toda la gente que quería despedirse de Vicente acabó rodeando el edificio”, precisó.

Los organizadores han instalado vallas de madera a las puertas del edificio para evitar aglomeraciones y se han dispuesto varias pantallas para que las personas que esperan en el exterior puedan ver lo que está ocurriendo en la sala que acoge el féretro de Vicente Ferrer.

Los trabajadores de la fundación reparten agua para aliviar la sed de los lugareños, que aguardan pacientemente sometidos a altas temperaturas.

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