La Universidad de Málaga ha anunciado hoy que reforzará los controles para detectar cualquier tipo de acoso en la institución tras la sentencia que condenó a siete años de prisión a un catedrático de la Hispalense por abusos sexuales contra tres profesoras cuando era decano de la Facultad de Educación.
El rector malagueño, José Ángel Narváez -que ha comparecido ante los medios para hacer balance de su primer año de gestión-, ha considerado "deplorable" esa conducta "en cualquier institución y en toda la sociedad, pero en la universidad muchísimo más".
Tras la promoción que hizo su equipo de gobierno de un nuevo reglamento de acoso sexual al llegar a la dirección de la Universidad de Málaga hace un año -"por informaciones que habían llegado de otras universidades", ha dicho-, Narváez ha manifestado ahora que fortalecerán los mecanismos de prevención "para que no se dé ningún tipo de acoso".
Desde la institución académica de Málaga están "muy preocupados", un sentimiento compartido con el rector de la Universidad de Sevilla -según Narváez-, ya que su homólogo hispalense "se encuentra con un problema que es heredado de alguna forma, si se me permite la expresión".
La universidad es "una institución libre, de pensamiento, de discusión, de creación" y, "desde luego, no se puede permitir ese tipo de conductas".
El rector, que ha cifrado el cumplimiento de su proyecto de gestión en este primer año en torno al 30 por ciento "al no ser homogéneo en todas las áreas, ya que dependen de la oportunidad política y de la naturaleza de la cuestión", ha señalado este curso como "satisfactorio", "de mucho trabajo" y "que llena de esperanza".
La lucha contra la precariedad, el fomento de la investigación, la extensión de la funcionalización del ente académico, además de un nuevo plan de recursos humanos negociado con los sindicatos o un plan especial para que ningún alumno deje de estudiar por motivos económicos son algunos de los retos completados hasta el momento, según Narváez.
El máximo responsable de la Universidad de Málaga ha marcado como objetivo "fundamental" la creación de la llamada "universidad sin papeles" en los próximos cuatro años, ya que "las tecnologías de la información y comunicación deben ser una herramienta fundamental no sólo en la gestión de la institución sino en la relación con los ciudadanos".
Esto permitirá, ha informado Narváez, aligerar la carga de trabajo de la Universidad, en la que buscará durante el resto de su gestión limitar los mandatos, renovar su estructura, aumentar el control de los órganos de gobierno y apostar por la internacionalización, "una estrategia fundamental".
