Los bomberos de Málaga han decidido convocar una huelga indefinida tras 40 días de encierro reclamando más medios personales y materiales para garantizar el servicio en la capital. La asamblea celebrada este martes en el Parque Central de Martiricos con el objetivo de adoptar “medidas más drásticas” también ha acordado por unanimidad que los 300 efectivos del cuerpo harán una huelga de hambre si antes del próximo 1 de abril no se ha llegado a un acuerdo.
"Esta situación no la hemos provocado nosotros, sino que viene impuesta por la inacción del alcalde, de una parte, y la actitud despótica y dictatorial del propio Gómez Cambronero en los últimos 21 años”.“La mayoría de los bomberos de Málaga lleva 25 años jugándose la vida por nuestros vecinos, nos hemos quemado, sufrido accidentes laborales, fracturado huesos, hemos estado ingresados en hospitales y nunca hemos dado un paso atrás en defensa de la seguridad de los ciudadanos”, explican los bomberos en un comunicado, donde reivindican su postura, “no solo por las reivindicaciones que creemos que son justas, sino por la dignidad del colectivo”.
El conflicto, iniciado en noviembre pasado cuando colgaron las primeras banderas piratas en algunos parques de la ciudad, eleva así el tono de las protestas después de que el colectivo denuncie que el equipo de Gobierno ha tomado represalias tras sus movilizaciones al expedientar a dos mandos intermedios y citar a declarar a otros cinco que podrían correr la misma suerte en los próximos días.
“La actitud de Gómez Cambronero, director del área de Personal, incoando expedientes disciplinarios contra la plantilla no ha hecho sino unir aún más si cabe y dar más fuerza y determinación al colectivo”, apuntan, “esta situación no la hemos provocado nosotros, sino que viene impuesta por la inacción del alcalde, de una parte, y la actitud despótica y dictatorial del propio Gómez Cambronero en los últimos 21 años”.
Al respecto, el regidor popular, Francisco de la Torre, ha lamentado que el Ayuntamiento no haya tenido una respuesta “más rápida e inmediata” a las diferentes pintadas realizadas en parques y camiones de bombero. “No me corresponde a mí decidir cuándo se abre o no expediente”, justificó, al tiempo que apuntó a que “cuando hay actos que dañan al patrimonio municipal tiene cierta lógica que haya algún acto para impedir que sigan o se incrementan, no se deben mantener porque parece que se cronifica el conflicto”.
El primer edil insiste en “tender la mano al diálogo” pero defiende la imposibilidad de cambiar a estas alturas el convenio colectivo aprobado con el beneplácito de la mayoría de los sindicatos: “hay que tener sentido democrático si una mayoría aprueba una cosa, una minoría no puede cambiarla”.
El pleno de enero aprobó, tras las mociones presentadas por todos los grupos en la oposición las reivindicaciones de los bomberos, entre ellas, el cese del jefe de servicio por falta de confianza, un nuevo reglamento, la reclasificación y regularización de la jornada.