El Patronato Real Alcázar de Sevilla ha sacado a licitación la restauración del Jardín de las Damas ante el deterioro que presentan las fuentes y bancos de las áreas este y oeste de estas instalaciones.
Según el proyecto de actuación, recogido por Europa Press, se destinarán casi 60.000 euros a la mejora de las dos fuentes de suelo de revestimiento cerámico y a los cuatro bancos de obra revestidos de azulejos y alizares vidriados y ladrillos.
Así, se detalla que el estado de conservación de estas dos fuentes de suelo y sus bancos es "muy deficiente", por lo que se ha considerado obligado incluirlas en el programa de restauración de fuentes del Alcázar para recuperar su funcionalidad y su conservación material y estética, con el objetivo de "revalorizar los espacios y la mejora de la visión global del Real Alcázar".
Este estado se achaca en parte a la "deficiente calidad del agua", definido en el proyecto como "el más importante de los agentes causantes del deterioro de las fuentes", por lo que se propone la realización de un nuevo sistema hidráulico para cambiar sus características.
Aunque la fuente este fue restaurada en 2011, "cinco años después, la falta de mantenimiento y el tipo de agua que sigue suministrando a la fuente han permitido que algunos de los daños que afectaban a su estado de conservación antes de la restauración vuelvan a estar presentes". En cuanto a la fuente oeste, "el deficiente estado de conservación es la consecuencia de la acción conjunta de agentes de deterioro ambientales, de tipo biológico y antropogénicos".
Además, se indica que "en el análisis visual de la fuente llama poderosamente la atención el aspecto desordenado y sin unidad de su diseño", ya que las "reiteradas intervenciones anteriores realizadas con el fin de reponer las pérdidas de piezas originales con otras que no concuerdan ni en diseño ni en cronología, han conseguido que la fuente pierda la unidad y coherencia de su diseño original".
De este modo, en las fuentes se actuará ante los gruesos estratos de biocolonizacion y calcáreos sobre las piezas cerámicas del estanque, el velo carbonatado, la suciedad ennegrecida por presencia de microorganismos y la pérdida de fragmentos y piezas cerámicas.
Los bancos, de su lado, acumulan suciedad superficial generalizada, biocolonización, graves pérdidas de vidriado, decohesiones, exfoliaciones y pérdidas de bizcocho, daños ocasionados por la humedad, desprendimiento y pérdida de piezas, así como intervenciones anteriores "defectuosas y mal ejecutadas". Ante ello, se llevará a cabo su limpieza, un tratamiento microbiológico, fijación de elementos, relleno de oquedades, reintegración y protección.
