El Gobierno surcoreano condenó hoy el último ensayo de misiles realizado por Corea del Norte e instó al régimen de Kim Jong-un a "cesar toda provocación de inmediato" y optar cuanto antes por la desnuclearización.
La última prueba de armas de Pyongyang constituye "una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una seria amenaza no solo para la península coreana si no también para la paz y seguridad globales", reza el breve comunicado difundido por la Cancillería surcoreana.
"El Norte debería cesar toda provocación de inmediato y enfilar el camino de la desnuclearización lo antes posible", prosigue el texto.
El ejército norcoreano disparó hoy un misil, aparentemente de corto alcance, desde la localidad de Wonsan, al sudeste del país.
El proyectil recorrió 450 kilómetros hacia el Este hasta caer en aguas de la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón (espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde sus costas), según el Gobierno nipón.
"El Gobierno (surcoreano) no tolerará ningún tipo de provocación y responderá con severidad", concluye el comunicado de Exteriores.
El de hoy es el noveno lanzamiento de Corea del Norte en lo que va de año y el tercero desde que el liberal Moon Jae-in llegó al poder el pasado 10 de mayo.
Los expertos consideran que con estos últimos ensayos el régimen Juché estaría poniendo a prueba al nuevo Ejecutivo surcoreano, que ha prometido mejorar los lazos con Pyongyang manteniendo al mismo tiempo el mecanismo de sanciones.
Los continuos ensayos norcoreanos desde el año pasado y la llegada al poder de Donald Trump y su dialéctica endurecida han empeorado el clima en la península coreana en lo últimos meses.