Las autoridades de Sri Lanka trabajan hoy contra reloj tratando de apurar las opciones de encontrar con vida a más de un centenar de personas que permanecen desaparecidas por las lluvias que desde el jueves han golpeado el país, mientras el número de muertos llegó a 180.
Miembros de las Fuerzas Armadas y del Centro de Gestión de Desastres (DMC) permanecen desplegados en diferentes partes del sur y suroeste de la isla, los más golpeados por las precipitaciones asociadas al monzón.
Un único equipo del Ejército no da abasto para ayudar a los supervivientes de Athwelthota, una aldea al sur de Colombo que concentra el grueso de los desaparecidos con 39 personas aún atrapadas bajo un corrimiento de tierra ocurrido hace dos días.
El barro que se deslizó ladera abajo no ha dejado ni una sola vivienda a la vista en esta remota localidad del distrito de Kalutara, donde las esperanzas de encontrar supervivientes se desvanecen con el paso de las horas.
Incapaz de calmar a una madre que le apremia a encontrar a su única hija bajo el barro, uno de los militares observa con impotencia una aldea fantasma que hasta hace apenas 48 horas rezumaba actividad.
La carretera de acceso permanece cortada, de modo que el reparto de suministros y las evacuaciones de heridos sólo se pueden realizar por medio de vehículos blindados para el transporte de tropas, capaces de desplazarse en el agua.
Al igual que Kalatura, otros 14 de los 25 distritos del país están afectados por unas precipitaciones que dejan ya 180 muertos, más de 100 desaparecidos y 557.500 afectados, lo que las convierte en el peor desastre natural en la isla desde el tsunami de 2004, según dijo a Efe el director general del DMC, P. Liyanage.
El breve respiro meteorológico del fin de semana tras varios días de inundaciones y corrimientos de tierra terminó hoy con la llegada de nuevas lluvias a la práctica totalidad de la isla.
De acuerdo con el Departamento de Meteorología, se esperan vientos de hasta 80 kilómetros por hora y más precipitaciones con el traslado del ciclón "Mora" desde la Bahía de Bengala hacia Bangladesh.
"El nivel del agua en tres de los cuatro ríos que se estaban desbordando está todavía en niveles de crecida, por lo que la amenaza aún existe. Sin embargo, los niveles de crecida no han aumentado", explicó a Efe el director general del Departamento de Irrigación, M. Thuraisingham.
Por su parte, la Organización Nacional de Investigación de Inmuebles, responsable de realizar los estudios geológicos en el país, lanzó hoy una alerta naranja para siete distritos que ya se encuentran anegados.
El Gobierno pidió ayuda a la comunidad internacional y ya ha recibido promesas de colaboración por parte de China, India, Estados Unidos y Japón.
El monzón suele dejar intensas precipitaciones en Sri Lanka en esta época del año.
El pasado mayo más de un centenar de personas murieron en una situación similar, entonces asociada a una depresión en la Bahía de Bengala, que golpeó con dureza en la parte central del país.
El monzón ha llegado este año a Sri Lanka después de que la isla viviera su peor periodo de sequía en cerca de medio siglo, lo que ha dejado muy golpeado al sector agrícola.