El equipo de Gobierno de Arcos se ha tomado el martes 4 de julio como “un gran día para la ciudad” porque marca un antes y un después en la actuación que requiere el acceso de Angorrilla, donde hace unos años se produjo el deslizamiento de un talud que acabó cortando parcialmente la circulación tanto de vehículos como de peatones en el lugar. Se da la circunstancia de que el acceso, construido por la empresa Iberdrola como compensación al municipio por su central térmica, es uno de los principales nudos de comunicación de la localidad, pues viene a unir las zonas alta y baja de Arcos con la carretera de El Bosque y El Santiscal.
Así pues, la solución ya está en marcha de manos de Diputación, que ya presupuestó hace unos meses estos trabajos en casi medio millón de euros. Con esta cantidad, se retirará la actual escollera de piedras que sujeta los terrenos. Las obras, no obstante, no comenzarán hasta dentro de cuatro meses; es decir, cuando se superen los plazos legales de licitación y exposición pública. A partir de ahí, el plazo de ejecución se sitúa en cinco meses.
El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, ha agradecido personalmente e ‘in situ’ la colaboración de Diputación con el municipio y, especialmente de la presidenta Irene García.
La presidenta provincial pone el énfasis en lo que supone esta obra para Arcos y en el empleo que también puede originar la actuación a través de la contratación de una empresa privada, de ahí que hicieran un llamamiento a las empresas del sector.
García señala que el alcalde de Arcos lleva ya dos años luchando por estas obras, cuyo escenario supuso en cierto modo el bautismo político de la diputada provincial de Infraestructuras, Encarnación Niño, hace ya dos años. Pero la presidente destaca sobre todo el objetivo de Diputación de solucionar los problemas de la población, cohesionar los territorios y destinar inversiones que mejoran los servicios y las infraestructuras y, además, generan empleo.
La obra proyectada será una solución definitiva que también mejorará las condiciones de vida de los vecinos de la contigua urbanización de La Gallarda.