Muchas predicciones han querido acabar con el mundo, como la de 1997 cuando una secta predijo que el cometa Hale-Bopp destruiría la tierra o como cuando en 2012, el calendario Maya marcaba un punto final en nuestro planeta.
Ahora este 23 de septiembre, el pasado viernes, el planeta Nibiru iba a impactar con la Tierra acabando con nuestras vidas, pero el caso es que seguimos vivos.