Eva María R.C., residente en el madrileño barrio de Vallecas y madre de dos hijos de una relación anterior, murió pasadas las ocho de la tarde en el domicilio que sus padres tienen en la calle Magdalena de la localidad toledana.
El agresor la golpeó con un jarrón de cristal, cuyos restos usó posteriormente para causarle varias heridas, algunas en la cara y en el cuello, según relató a Efe el alcalde, Julián Agudo.
El presunto asesino, J.F.C.M., de nacionalidad portuguesa, no podía acercarse a la mujer por una orden judicial dictada en diciembre de 2008, pese a lo cual se trasladó a Chozas de Canales y esperó el regreso de la mujer, que se encontraba con su familia celebrando un bautizo en un pueblo cercano. Eva María llegó a la casa para cambiarse de ropa acompañada por su hija pequeña y fue entonces atacada por su ex pareja.
La niña presenció los hechos y sufrió un chichón en la cabeza, un moratón en el ojo y varios cortes por cristales en las piernas, según contó a Efe la vecina que acogió a la niña hasta que por la noche llegó su padre a recogerla.