Un pleno extraordinario antes del que aprobará los presupuestos para 2018 y en el que se respalde un acuerdo “extrapresupuestario” que signifique un apoyo a la red completa del Metro de Sevilla, una revisión al alza de la Patrica y una bajada de impuestos. Es la condición que el PP le ha ofrecido al PSOE para sacar adelante sus presupuestos gracias a su abstención, imprescindible ante el voto negativo que ha anunciado Participa. Y las negociaciones van por buen camino y este martes se espera que esté ratificado.
Los presupuestos de Sevilla para 2018 pasan, inexorablemente, por los populares, el grupo municipal con más concejales, con un presupuesto alternativo pero que condiciona su abstención a un acuerdo “extrapresupuestario” y de carácter político.
Los tres asuntos “extrapresupuestarios, pero que inciden de forma importante en la ciudad”, básicos para su abstención, son que Espadas “se una al pacto por el Metro impulsado por el PP para la construcción continua y solapada entre sí de la red en un tiempo razonable, especialmente de las líneas 2 y 3”; que se encabece la reclamación de la actualización de la Patrica a la Junta (que incrementaría los ingresos municipales en unos 14 millones anuales) y que se promueva una bajada de impuestos.
El Gobierno local ni dice ni desdice al PP pero se puso a negociar con los populares poco después de que Participa anunciara su voto contrario al proyecto presupuestario de Espadas, a pesar de incorporar 57 de sus enmiendas, una decisión tomada por sus bases, por el 15% de sus censados pero por un abrumador 75%, y pesando más los incumplimientos del Gobierno socialista tanto del acuerdo de investidura como del presupuesto de 2017.
La negociación del Gobierno socialista se realiza sobre la base de que el Pleno para la aprobación inicial del presupuesto se hará este miércoles y sin abordar ningún aspecto presupuestario. El PSOE coge el guante del PP y acepta negociar cómo apoyar ese pacto por la red completa del Metro, cómo articular una revisión de la Patrica frente a la Junta y cómo aplicar esa bajada de impuestos, pero sin tocar el acuerdo ya pactado con Cs ni las propuestas incluidas en su propio proyecto sobre impuestos y tasas. Y si nada lo impide, todo se firma hoy.
El Gobierno ha enviado al PP un borrador pero el acuerdo “aún no esta cerrado ni firmado”, si bien hay “buena voluntad”, dicen desde el PP. Dispuesto a “ceder” en el tema del Metro y la Patrica, la oferta se centra en un 5% más de bajada IBI al margen del 3% fijado en los presupuestos (8% en total), así como otras rebajas fiscales ligadas por ejemplo al impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO), que podría descender en torno a 0,25 puntos porcentuales.
La postura de Participa
Precisamente el “pacto a puerta cerrada con la derecha” y la competición entre Cs y PP por ser los protagonistas del futuro presupuesto ha sido una de las principales críticas que Participa le ha dedicado a Juan Espadas.
Participa anunciaba en rueda de prensa que no apoyaría el presupuesto después de que en la consulta a sus bases, telemática y presencial, haya ganado mayoritariamente el voto contrario con un 75%, mientras que el sí sólo registró un 11% y la abstención, un 14%.
Los concejales de Participa Sevilla, Susana Serrano, Julián Moreno y Cristina Honorato, explicaban que en el voto contrario han pesado más los incumplimientos “porque sobre la mesa estaba lo mismo que no se ha cumplido”, en referencia al 95% de las enmiendas que han presentado el proyecto de 2018.
La participación en la consulta, que ha sido de unas 200 personas y un 15% del censo de Participa, es “coherente” con la postura de los concejales, que ya habían puesto sobre la mesa que la abstención del pasado presupuesto era condicionada y que se había incumplido de forma mayoritaria y en un 52% si se evalúa el acuerdo de investidura.
Susana Serrano, portavoz de Participa, quiso dejar claro que los concejales del grupo ya avisaron al Gobierno de Espadas de que los incumplimientos tanto de los acuerdos presupuestarios de 2017 como los del pacto de investidura pesarían en la votación sobre los presupuestos de 2018, y ha criticado el “pacto a puerta cerrada con la derecha. Se lo han puesto difícil, incluso compitiendo entre ellos”, decía.
Según Moreno, los censados de Participa “entendían el no como una cuestión hecha” desde que se vieron los incumplimientos en octubre y “la obligación era el no”, arremetiendo contra las críticas de Espadas a la participación directa, recordándole que “no se quejó” cuando le dieron el apoyo a su investidura en junio de 2015. “Siempre será más que Juan Espadas y Javier Millán sentados en un despacho dándose la mano”, han recalcado.
