El Comité Federal del PSOE, máximo órgano entre congresos, ha aprobado este sábado por unanimidad sus nuevas normas internas que refuerzan el poder de la Ejecutiva de Pedro Sánchez y otorgan mayor capacidad de decisión a la militancia, que tendrá la última palabra en las alianzas poselectorales.
A la reunión, celebrada en la localidad madrileña de Aranjuez (Madrid), han faltado los presidentes de Andalucía, Susana Díaz; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; y Baleares, Francina Armengol, por tener agenda institucional. Tampoco ha acudido el presidente de Asturias, Javier Fernández, que ya no es miembro nato del Comité al no dirigir la federación asturiana, en manos del 'sanchista' Adrián Barbón.
Sí han participado en el encuentro los dirigentes de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara; Aragón, Javier Lambán; y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Estos dos últimos abandonaron el Comité antes de que terminase, por lo que no votaron el nuevo reglamento que desarrolla los Estatutos del partido, al igual que el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, y el portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez.
Más allá de las ausencias, las normas elaboradas por el equipo de Sánchez no han provocado objeciones en los territorios, a pesar de que las federaciones autonómicas que gobiernan tampoco lo han acogido con entusiasmo, puesto que el reglamento recentraliza el poder en torno a la Ejecutiva Federal y blinda a Sánchez, al que sólo podrán cesar los militantes, aunque el Comité Federal podrá pedir que se inicie el proceso de revocación.
LAMBÁN: LA LEGITIMIDAD LA DAN LOS VOTOS
Antes de abandonar el Comité, Lambán, uno de los barones que criticó de modo más duro a Pedro Sánchez durante la campaña a las primarias para liderar el PSOE, ha querido subrayar que a un representante socialista le legitiman "fundamentalmente los ciudadanos" cuando le votan, más que los militantes.
Tras reconocer que comprende que el actual secretario haya querido blindarse tras los sucesos "dramáticos" que precipitaron su dimisión tras el fraticida Comité Federal del 1 de octubre de 2017, ha admitido que el debate sobre el reglamento del PSOE le "entretiene más bien poco" y ha urgido al partido a que dedique sus esfuerzos a constituir "una alternativa seria y potente frente al PP", cuyo proyecto se ha demostrado "catastrófico" para el país.
Eso sí, admite que Sánchez ha hecho este sábado "un buen diagnóstico" de la realidad política española y "un buen planteamiento" de las acciones que debe poner en marcha el partido a corto y medio plazo para "para sacar a España del marasmo político" provocado por la "inacción y la falta de ideas" del Gobierno de Mariano Rajoy.
En su intervención ante el Comité Federal, Pedro Sánchez ha sacado pecho del nuevo reglamento, que hará del PSOE el partido "más democrático, participativo y paritario del país" y que contribuirá así a la regeneración democrática del país.
El debate a puerta cerrada en el Comité Federal se ha prolongado dos horas, con una sucesión de intervenciones de apoyo a la actual dirección y sin autocríticas. Como estaba previsto, el Comité ha delegado en la Ejecutiva la negociación con los territorios para diseñar calendarios singularizados para la celebración del proceso de primarias para elegir candidatos a las municipales y autonómicas de 2019.
LOS CAMBIOS PRINCIPALES
Las normas, diseñadas por la dirección de Sánchez en contacto con los territorios, introducen como principal novedad la obligación de consultar a las bases, con carácter vinculante, los acuerdos poselectorales del PSOE para formar gobiernos con otros partidos o para investir a un candidato que no sea socialista.
De haber estado estos cambios en vigor antes, habría quedado en manos de los afiliados del PSOE la decisión sobre el sentido del voto del Grupo Parlamentario Socialista en la investidura de Mariano Rajoy en 2016, que salió adelante gracias a la abstención del PSOE. Pedro Sánchez dimitió antes y renunció a su escaño precisamente para no participar de esa votación.
La obligación de consultar a las bases los acuerdos poselectorales se aplicará tanto en el ámbito municipal, como en el autonómico y estatal. Así, un pacto como el del PSOE con Podemos en Castilla-La Mancha lo tendrían que aprobar los militantes, mientras que no sería necesario en el caso de Andalucía, donde Susana Díaz gobierna con el apoyo de Ciudadanos, que no entró sin embargo en la Junta.
La Ejecutiva Federal podrá convocar las consultas que considere conveniente, vinculantes o meramente consultivas, sobre otras cuestiones trascendentes, al tiempo que se arroga la capacidad de vetar las que propongan las federaciones.
LÍMITES A LO PROMETIDO EN EL 39 CONGRESO
El militante gana poder con este reglamento, pero no al nivel de lo prometido en el 39 Congreso de junio pasado que eligió a la actual cúpula del partido, encabezada por Sánchez. Aunque los afiliados podrán votar propuestas de candidatos para la composición de las listas electorales, los órganos de dirección seguirán teniendo la capacidad de modificarlas, aunque deberán justificar esos cambios.
Tampoco se concreta en las nuevas normas el compromiso asumido en la cita de junio de abrir el partido a los simpatizantes, más allá de garantizar su participación en las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno, como ya ocurría antes del 39 Congreso.
Los simpatizantes también podrán participar en primarias junto a los militantes para elegir a los candidatos a las presidencias autonómicas y a las alcaldías de más de 50.000 habitantes, pero sólo si lo pide la Ejecutiva autonómica, y Ferraz lo aprueba, o por decisión directa de la Ejecutiva Federal.
En la dirección del PSOE explican la dificultad y los problemas que generaría llevar a la práctica la literalidad de la resolución del 39 Congreso, que hablaba de que militantes y simpatizantes eligieran en primarias abiertas a todos los componentes de una lista electoral.
En municipios pequeños, la inscripción de falsos simpatizantes podría utilizarse para influir en el resultado en detrimento de uno u otro candidato, por poner un ejemplo.
Las primarias se instauran de manera general para elegir candidatos en aquellos sitios donde no gobiernan los socialistas, mientras que se ponen condiciones muy exigentes para forzarlas en el caso de que un presidente autonómico o alcalde socialista aspire a la reelección.
Además, obliga a los candidatos a suspender su actividad durante el proceso de primarias si ostentan cargos en el partido para que esta posición no suponga una ventaja comparativa frente a sus contrincantes.
Eso sí, la Ejecutiva Federal se reserva la posibilidad de suspender las primarias autonómicas o municipales, incluso aun habiendo sido convocadas, cuando las circunstancias políticas o el interés general del partido así lo aconsejen.
El reglamento incluye también un código para el buen uso de las redes sociales por parte de los afiliados del partido, cuyo incumplimiento puede acarrear sanciones, llegando incluso hasta la expulsión.