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Arcos

Mujeres arcenses contra la libertad provisional a La Manada

Celebraron una manifestación para protestar por la polémica decisión judicial contra “los abusadores sexuales”

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  • Las participantes portaron pancartas con las que dejaban constancia de su oposición a la sentencia. -

Arcos se convirtió en una réplica de lo sucedido en buena parte del territorio español el viernes de la pasada semana, con decenas de mujeres protestando contra la sentencia a la llamada La Manada, cuyos cinco integrantes han recibido la libertad provisional tras cometer un delito de abusos sexuales que para las manifestantes no es más que una violación en toda regla.

Así pues, la concentración llevada a cabo en el templete del Paseo de Andalucía se convocó contra “la justicia patriarcal y machista” por parte de la denominada Marea Violeta de la Sierra de Cádiz y de la Tertulia Feminista Arcense, colectivos nacidos tras la polémica sentencia judicial y que vienen empleando como lema general ‘La Manada somos nosotras’.

En el acto se leyó un manifiesto que decía: “Ayer, jueves 21 de junio, se dio a conocer la decisión judicial de anular la prisión preventiva para los cinco violadores de Sanfermines. Las razones que se han dado son las siguientes: que no hay peligro de fuga, que no hay riesgo de reincidencia, y que la libertad de los agresores no supone un peligro para la víctima. Que no hay riesgo de reincidencia, cuando varios de ellos tienen abierto otro caso por agresión sexual en Córdoba. Que no hay peligro para la víctima, cuando uno de los agresores ha llegado incluso a escribirle una carta. La misma justicia patriarcal que no vio violación alguna es la que ahora hace esto. Este es su mensaje: violarnos sale muy barato. Primero negaron que fuera agresión sexual. Ahora, ya pueden pisar la calle. Solo un magistrado ha votado en contra. Así es la justicia patriarcal: pone el foco de la sospecha sobre la víctima y protege al verdugo.

Después de que no se la creyese, de decirle que no se resistió lo suficiente, después de hostigarla hasta el punto de culparla por intentar rehacer su vida, porque además de violadas nos quieren marcadas y rotas… llega esto. Porque si no te defiendes no te creen, y si te defiendes te matan. Nosotras no olvidamos el asesinato de Nagore Laffage. Nosotras no olvidamos que su asesino Diego Yllanes está en la calle. Nosotras no olvidamos que los violadores de Sanfermines la grabaron para exhibir su violación como un trofeo. Nosotras no olvidamos a todas las Juana Rivas que tienen que escapar para salvar la vida junto a sus hijos. Nosotras no olvidamos los abusos sexuales a las mujeres migrantes, doblemente expuestas y precarias. Nosotras no olvidamos a las temporeras de la fresa ni la impunidad de los empresarios. La justicia patriarcal parece que sí lo olvida, pero nosotras estamos hoy en la calle gritando bien alto para recordárselo.

No es casualidad que esta Justicia ciega haya tardado dos días en hacer pública una decisión que ya estaba tomada: saben que, al otro lado, nos tienen a nosotras. Que las mujeres estamos cada día más organizadas y que no vamos quedarnos sumisas y calladas bajo sus leyes e instituciones patriarcales. ¡No! Nosotras salimos a la calle para defendernos las unas a las otras, porque nos están atacando a todas, hermanas, nos están tocando a todas.

Cómo vamos a tener confianza en la justicia cuando los sistemas nos oprimen y los organismos que tienen que velar por nuestra seguridad están integrados por los mismos hombres que nos agreden y nos cuestionan. Esto no es solo una lucha contra los cinco violadores de la Manada, esto es una lucha contra todo un sistema que nos está asesinando. Una lucha contra un sistema que normaliza y legitima la violencia hacia nuestros cuerpos, que nos trata como objetos de usar y tirar y nos juzga a nosotras si tratamos de denunciarlo.

No nos confundamos: esto no va de cuánto tiempo más puede estar alguien en prisión preventiva ni de si los plazos de condena son los adecuados. Lo que ha pasado esta semana ha sido la respuesta de la judicatura y del aparato del Estado al movimiento feminista, una demostración de poder de un sistema cada vez más cuestionado que se planta ante nosotras con el placer de la revancha. El mensaje que nos envían está claro: que nos callemos, agachemos la cabeza y nos volvamos a casa. El mensaje que nosotras les mandamos de vuelta tiene que estar más claro todavía: ¡no nos vamos a callar, no nos vamos a rendir! ¡Las mujeres estamos en pie de guerra y que le quede claro a este sistema misógino y asesino que vamos a ganar!

Contra la violencia machista, venga de donde venga: ¡organización y autodefensa feminista!

¡Nosotras sí somos manada!”.

El acto contó con respaldo municipal, personificado en las delegadas que se dieron cita en el Paseo para apoyar la convocatoria.

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