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El Puerto

Cuestiones pendientes

El año se cierra con asuntos que quedan inconclusos y ante la disyuntiva abierta a cinco meses para unas elecciones locales en el horizonte

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  • Pozos Dulces.
  • El parking de Pozos Dulces se anunció su ejecución para 14 meses; aún continúa
  • La Casa de la Cultura con casi 200.000 euros sigue cerrada siete años después

El año se marcha y con él lo hará sin que algunas de las cuestiones que no han ido acompañando también en este 2018 hayan sido solventadas. Quedan como asuntos pendientes y que con unas elecciones municipales en puertas o sirven para reclamo electoral o tendrán aún más demora. La dilatación en el tiempo de algunos asuntos encuentra de entre las cuestiones un abanico amplio y variado.

Desde obras, acondicionamiento, construcción, equipamiento o regulación urbanística como el tan cacareado Pepryche. De entre todos y el más evidente e incómodo de justificar tanto en su final construcción -a ver en qué queda todo al final- como en su eterna ejecución es el aparcamiento subterráneo de Pozos Dulces.

En noviembre de 2016 arrancaban las obras no sin polémicas, y tanto que se llevó a una de las patas del Gobierno local y su escasa estabilidad institucional. Tomando la información facilitada entonces por el propio Ayuntamiento (9 de noviembre de 2016), las obras tendrían una duración de catorce meses. Es decir, siguiendo esas previsiones tendrían que haber concluido en el primer trimestre de 2018. A la vista está que su acabado se prolongará en el tiempo.

La promesa dada entre empresa y Consistorio, dado que se cobra por fases terminadas, es instalar la placa de acero que recubrirá el techo de dicho parking y en el que se trabajaría, con el tráfico ya rodado, dejado de éste. Eso es la teoría. Las prisas, ahora, quieren hacer que su ‘normalidad’ esté cerca o coincida curiosamente con unas elecciones en puertas. Su desenlace es a día de hoy todo un dilema complejo de discernir y de asegurar en cómo, cuándo y en qué acabará todo.

Casa de la Cultura.

Una incultura a precio de oro

Un tema que no encuentra solución por más que pasen los años y ante un asunto que igualmente no se ha respondido por más que se haya trasladado a los responsables políticos, es el cierre de la Casa de la Cultura que suma ya la friolera de siete años cerrada. Su clausura en 2011, las obras de adecuación y mantenimiento terminarán con la puesta en uso de un proyecto que se ha ido demorando con el paso del tiempo.  

De entre las fechas que se barajaban en las, al parecer, obras finales, se otorgaban tres meses. Eso ocurrió en febrero de 2017 cuando se anunció. Sí, el año pasado. La biblioteca y la sala de estudios cuentan con una inversión municipal de 130.000 euros y se suma a la que realizó Diputación a través del Plan Invierte, de más de 44.500 euros.  

A lo largo de este más de un lustro y medio, no han sido pocos los planes con los que se ha vinculado a ésta, desde Plan Profea, que se canaliza a través de la Diputación Provincial de Cádiz hacia el Ministerio, al Plan Proteja de la Junta de Andalucía, al mencionado Plan Invierte o a la partida local. Desde 2014 el inmueble cuenta con materiales y muebles precintados en lo que se entendió iban a ser unas reformas diligentes. Para resumir, casi 200.000 euros invertidos (o gastados) y cerrada.

velero.

Haciendo agua meses después

De algunas de las cuestiones que valoramos y que siguen inconclusas, hay una imagen que es la más gráfica de que querer no siempre es poder, como lo refleja el velero encallado en La Puntilla y que está ahí desde el pasado 10 de abril. Por más que se ha anunciado en repetidas ocasiones que éste iba a ser trasladado a tierra, lo cierto es que los intentos han sido en vano y ocho meses después, ahí continúa.

Siguiendo al hilo con el área de Medio Ambiente, el Centro de Protección Animal ha sido y sigue siendo otro fiasco, sino el que más y con casi 200.000 euros tirados a la basura por un recinto inservible y que deberá ser derribado. Su sustituto, uno provisional, tal y como recogimos en estas mismas páginas meses atrás cuenta en su haber con gatos muertos en frigoríficos, animales desnutridos e irregularidades varias que siguen sin atajarse ni solucionarse por más denuncias dadas.

Matilde Roselló.

Entes partidistas y dependientes

Si bien las empresas municipales iban a encontrar su estabilidad y su funcionabilidad, economía y rentabilidad, el tiempo ha demostrado que la única que funciona gracias al importe a la carta que recibe del propio Ayuntamiento es El Puerto Global. El resto, Impulsa no es ni la sombra de lo que fue y su continuidad está más que comprometida ante la pérdida de patrimonio sufrido en los últimos tiempos. Ni que decir de la empresa municipal de vivienda, Suvipuerto a la que la propia oposición ha catalogado de ser un “chiringuito” de Matilde Roselló y su partido (Izquierda Unida) para provecho electoral y partidista y no el alivio de familias en apuros.  

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