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Jaén

Otra oportunidad perdida

Hemos pasado otra magnífica noche de San Antón, a pesar de que la lluvia acortara las previsiones de muchas lumbres, disfrutando toda la ciudad tanto...

Publicado: 21/01/2019 ·
23:44
· Actualizado: 23/01/2019 · 09:17
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Hemos pasado otra magnífica noche de San Antón, a pesar de que la lluvia acortara las previsiones de muchas lumbres, disfrutando toda la ciudad tanto de la Carrera Urbana como de la tradicional fiesta jaenera. En general, e independientemente de los debates, nos gusta San Antón y nos gustan nuestras lumbres, para que vamos a decir otra cosa.

Sin embargo, y por eso mismo, no se puede dejar de comentar algunas cuestiones alrededor de esta fiesta tan nuestra. El ya tradicional debate de otros años se mantiene, sobre la fecha de la carrera y de las lumbres, se mantiene, con mayor o menor intensidad, porque todavía hay jiennenses que apuestan por hacer la fiesta el 16 y otros que prefieren apostar el sábado. Hay argumentos y motivos más que de sobra para pensar una cosa o la contraria, lo que nos muestra la vigencia y la importancia de San Antón para Jaén y, por tanto, la oportunidad que suponía la manera de solventar la cuestión.

Un alcalde con altura de miras habría visto que integrar una cuestión cultural e identitaria, pero también económica, convenciendo a detractores y encaminándola a un determinado modelo de gestión podría ligarse a una forma de hacer política, de "hacer las cosas", irremediablemente unido a una persona. Existía esa oportunidad y solo se necesitaba "talante y talento".

Sin embargo, hemos visto que también existe otra manera. La que tiene que ver con una visión cortoplacista de la política, consiguiendo los objetivos inmediatos y partidistas, obviando lo que se pierde por el camino. Incluso con el agravante de poner excusas, en este caso "legales", o decir lo contrario de lo que se prometió cuando uno cree que el viento le sopla tan a su favor que puede hacer lo que quiera.

No es nueva en este mandato municipal esta forma de "hacer política". Sin embargo, nunca hasta ahora se había el alcalde atrevido a faltar a su palabra de tal forma que perdiera totalmente la credibilidad: "prometí una consulta para decidir la fecha pero, ahora que se acercan las elecciones, va a ser que no". No tanto porque se suela cumplir lo que uno dice en plenos, comisiones y otras reuniones, sino porque se ha perdido una oportunidad de oro para hablar y convencer a Jaén sobre el futuro de nuestra ciudad, lo que debería desear y ser un alcalde. Y nos hemos quedado en un "donde dije digo, digo Diego" por parte de un alcalde que mentalmente añade: "San Antón va a ser el sábado porque lo digo yo, aunque todos estéis de acuerdo conmigo". Innecesario y triste.

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