La biblioteca Nicolás Salmerón de la Universidad de Almería (UAL) ha acogido este martes la conferencia 'La Biblioteca Fondo Kati: de Toledo a Tombuctú' con el historiador, filósofo, experto en cooperación de Mali y responsable de la conservación el Fondo Kati, Ismael Diadié Haïdara, quien ha señalado la situación de "exilio" que atraviesa la biblioteca de más de 500 años de historia.
Diadié ha agradecido a la Universidad de Almería la organización de esta muestra para difundir la importancia de "una biblioteca amenazada desde la ocupación de Tombuctú por los islamistas en el año 2012", según ha trasladado en una nota la UAL.
En lo relativo a la situación actual de los documentos, el responsable ha advertido de que "desgraciadamente todo quedó por hacer y en 2012 todo se truncó por esta ocupación, de tal modo que está el material de digitalización y la totalidad de los manuscritos escondidos para evitar una catástrofe irreparable".
El rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, se ha mostrado "encantado" de poder ofrecer una aproximación "al periplo que ha pasado una biblioteca histórica desde finales del siglo XV", ya que "preservar la cultura es una obligación moral de todos".
Diadié ha trasladado su "pasión a la cultura, a la lectura y a la libertad" ya que "no hay libertad, ni persona, sin cultura, sin libros, y lo que hace nuestra humanidad es nuestra cultura, así invitar a pensar, invitar a ser libre, es invitar a leer", según ha dicho.
Con esto, ha desgranado el contenido de una "auténtica joya" que contiene la historia de Al Andalus en 12.714 manuscritos, que tuvieron que salir de Toledo en 1467 rumbo al exilio y que se instalaron en el Tombuctú de la mano del referido Ben Ziyad, antepasado de Diadié.
Diadié preparó años atrás una red internacional de apoyo para alejar los documentos del peligro de Tombuctú, en la que la Junta de Andalucía financió la construcción de una biblioteca para albergar la colección, un edificio de dos plantas y 800 metros cuadrados, en el año 2003. En 2014, tras la ocupación, la Fundación Kati alcanzó un acuerdo con las ciudades de Toledo, Jerez y Tarifa para que hubiera en ellas sedes en las que exponer una parte de los mismos, que irían circulando entre Malí y España.
Escondidos en baúles para escapar del extremismo religioso, las últimas noticias, fechadas en agosto de 2018, son que la Fundación Fondo Kati tendrá sede en la provincia de Cádiz antes de que termine 2019, y se situará en un "lugar emblemático de la provincia" en el cual se acogerán algunos de los manuscritos Biblioteca Andalusí de Tombuctú que custodia la fundación.