El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), ha valorado la victoria de su partido en las elecciones generales de este domingo y ha esperado que estos resultados pongan fin a un periodo de "política destructiva" en España que "era sencillamente un agujero negro", aunque ha recordado que hay otra cita el 26 de mayo con las elecciones europeas y municipales, con lo cual, "esto no ha acabado".
En declaraciones a los medios tras asistir a la presentación del proyecto de reordenación del entorno del Casino de la Exposición y del Teatro Lope de Vega, Espadas ha asegurado que los resultados del domingo le generan "tranquilidad" como consecuencia de "la confianza que en estos momentos el PSOE genera en la ciudadanía".
No obstante, ha considerado que la misma participación que se ha dado este 28A hay que trasladarla a las elecciones municipales y europeas del 26M. "Hemos tenido una primera vuelta en la que nos jugábamos la vida en términos de país, que eran las elecciones generales, pero hay una segunda vuelta que necesita culminar España", ha manifestado, tras hacer hincapié en que las urnas, aunque haya distintas opciones políticas, "deben ser claras" para "que quien tenga la responsabilidad de gobernar lo pueda hacer bien" y "con fuerza suficiente para que nadie vete, para que nadie obstaculice o para que nadie bloquee determinadas decisiones".
En este sentido, ha considerado que los españoles manifestaron su apoyo "claramente" con una diferencia "abismal" del PSOE respecto a la segunda opción política, el PP, para que el resto de fuerzas "sencillamente permitan lo que debe ser la gobernabilidad del país" entorno al Partido Socialista.
Para Espadas, la situación del PSOE respecto al resto de partidos en el Congreso de los Diputados, "parece que es un elemento de fuerza claro" y cree que a partir de ahí "se puede construir un Gobierno estable".
Así las cosas, confía en que este domingo haya sido "el último día" de, a su juicio, una línea de comportamiento de la política nacional de "evolución de insultos, de política destructiva y de demagogia". "Era sencillamente un agujero negro que no conducía a nada bueno en la política española", ha subrayado, tras congratularse de nuevo de "parar en términos democráticos y en términos de legitimidad de urnas lo que eran sencillamente propuestas radicales".
