Desde el pasado 26 de mayo, la palabra pacto ha estado en boca de los actores de la vida política de Torremolinos. El PP, con Margarita del Cid a la cabeza, ganó los pasados comicios locales con una diferencia de 597 votos con respecto al PSOE, la segunda fuerza y la que le arrebató en 2015 el bastón de mando al que fuera el alcalde de la localidad durante 20 años, Pedro Fernández Montes.
Para que Del Cid pudiese gobernar durante los próximos cuatro años, necesitaba el apoyo de otros cuatro concejales; José Ortiz, la ayuda de cinco. La balanza parecía inclinarse hacia el lado en el que Torremolinos iba a tener la primera alcaldesa de su historia. Sin embargo, la política no es matemática pura. Los gobernantes son personas y ahí es donde entra en juego la sed de venganza, que ha conseguido algo histórico: el partido creado por Fernández Montes, Por mi Pueblo, apoyando a Ortiz, al igual que Lucía Cuín Torres, exconcejala electa de Vox y expulsada de la formación de ultraderecha por participar en el Orgullo de la localidad.De esta manera, José Ortiz fue investido regidor con 13 votos (Adelante Torremolinos, Por mi Pueblo y Cuín), imponiéndose a Del Cid, que consiguió 12 con la ayuda de Ciudadanos y Vox.
A las 11 de la mañana del sábado arrancaba el Pleno de Investidura de la nueva corporación municipal, pero desde primera hora de la mañana se empezaba a formar cola para acceder al Ayuntamiento. La expectación era máxima porque, con el voto secreto, estaba todo por decidir.
A 15 minutos del comienzo, los nueve concejales del PP enfilaban el pasillo central seguidos de Del Cid, entre gritos de “alcaldesa” (y algún abucheo) como si, en lugar de entrar en la sesión de investidura, estuviesen cruzando la pasarela de Operación Triunfo. Allí estaban Elías Bendodo, presidente provincial del partido, y Celia Villalobos, exdiputada y exministra, quienes quisieron acompañar a su candidata, pero abandonaron la sala antes del final de la votación.
Nervios y ataques
La sesión comenzaba con la formación de la mesa de edad, en la que participó Cuín, y que se vio interrumpida en varias ocasiones por los gritos de algunos asistentes, quienes portaban pancartas verdes con escritos de “tránsfuga” y “traidora”. La sesión continuó con el juramento o promesa de los concejales de las distintas formaciones políticas que obtuvieron representación el día 26.
Antes del comienzo de la votación, el presidente de la mesa, David Obadía (Cs), concejal de mayor edad, le dio la palabra a los candidatos de las distintas formaciones para explicar sus motivos a la hora de inclinarse por Del Cid u Ortiz.
La primera en tomar la palabra fue Avelina González de Por Mi Pueblo, quien explicó que el PSOE “ha hecho cosas mal” durante los últimos cuatro años al frente del Ayuntamiento, pero “la oposición con diez concejales no ha hecho absolutamente nada”, así como ha considerado que Del Cid “no reúne los requisitos de honestidad porque lleva una mochila demasiado pesada, más propia de una político corrupta que de una futura alcaldesa”.
Por su parte, Antonio Sevilla, de Vox, quiso que “no se entienda que es un cheque en blanco” el apoyo de su partido a la candidata popular, ya que van a exigir “compromiso y honestidad” y detalló que “la gente de Vox hemos sufrido mucho”, por lo que pidió diálogo y respeto.
Nicolás de Miguel, de Ciudadanos, precisó que el acuerdo alcanzado con Del Cid “se impregna de los valores fundamentales de las personas” y que “desde el odio, la venganza no se crea nada”.
En el turno de palabra de Adelante Torremolinos, comenzó David Tejeiro (IU), quien resaltó que “ni por activa ni por pasiva” iban a facilitar “que otra vez gobierne la derecha y la ultraderecha” en el municipio, ya que consideran que se trata de “una cuestión de pura higiene democrática”. Por su parte, José Manuel Piña (Podemos) detalló su acuerdo con el PSOE plantea planes de empleo, atención a los barrios, mejora del transporte público y el servicio de limpieza, así como recuperar las instalaciones de Parque Animal.
El PSOE, a través de Maribel Tocón, resaltó la “honradez, vocación de servicio público y nobleza, anteponiendo siempre el interés general” de Ortiz, que “ha conducido ciudad como alcalde con absoluta lealtad al pueblo”, añadió. Además, defendió el primer mandato de Ortiz como “nada fácil” al gobernar en minoría y con “escasos recursos económicos”.
Por último, Marta Huete defendió que el objetivo del PP “siempre ha sido cubrir las necesidades de los vecinos”, por lo que no pueden olvidar sus quejas y sugerencias.
Ese cristalito roto/ Yo sentí cómo crujía/ Antes de caerse al suelo/ Ya sabía que se rompía, canta la barcelonesa Rosalía. El cristalito, la alcaldía, se le ha caído al suelo y se ha roto en mil pedazos ante la mirada atónita de Del Cid.