Las casas de apuestas han llegado a Cádiz para quedarse. Cada vez tienen más presencia en nuestras vidas, y muy probablemente todos conozcamos a un amigo o familiar que alguna vez haya apostado por internet o en un local especializado de Sportium, Bwin o Bet365, entre otras muchas.
Han ido evolucionando con el paso de los años y además de tener un mercado consolidado en internet, han comenzado a abrir locales por todos los puntos geográficos del país, algo que ha creado controversia, ya que muchos políticos, como es el caso de Pablo Iglesias, ha reclamado más de una vez que estos locales no estén cerca de los colegios, y que abran a partir de las 22.00 horas de la noche.
En Cádiz, podemos encontrar un total de 13 locales de apuestas deportivas. En la calle Sacramento hay un local de Sportium al igual que hay una pequeña sucursal en el Bingo de Cádiz, otra en la Avenida José León de Carranza, también en la calle Zurbarán, calle Velázquez, Avenida Cayetano del Toro, Avenida Guadalquivir y en la calle Columela. En la calle Peluca la podemos encontrar de Luckia, como en la Avenida Segunda Aguada, calle Trille y en la Avenida Marconi. En la capital hay dos salas de juego Joker, una en la Avenida de las Cortes y otra en General García Escámez, con JokerBet para poder apostar.
En total, en la provincia de Cádiz hay unos 89 salones de juego y un total de 485 terminales de juego instalados entre bingos, casinos y salones de juego según los últimos datos de la Junta.
Estos locales de apuestas suelen tener una gran cantidad de pantallas en su interior, donde los jugadores pueden ver en directo partidos de fútbol, baloncesto, tenis, carrera de perros y caballos, etc. Tienen pizarras o carteles con algunas de las apuestas más destacadas o que más rentabilidad puede darle a un jugador, además, en su versión web, suelen regalar dinero a los usuarios para que comiencen a jugar.
El artículo 81.1 del Estatuto de Autonomía para Andalucía atribuye a nuestra Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materias de juegos, apuestas y casinos, incluidas las modalidades por medios informáticos.
El reglamento de apuestas de la Comunidad Autónoma de Andalucía fechado en el 12 de septiembre del año 2017, afirma que no podrán realizar apuestas deportivas: las personas menores edad, personas que voluntariamente hayan solicitado que no se les permita apostar, personas incursas como deudoras en concurso culpable mediante una resolución judicial, accionistas o directivos de las propias casas de apuestas, deportistas, directivos, árbitros o jueces, entrenadores y participantes directos en la competición en la que se enmarque la apuesta, personas que presenten síndromes de embriaguez y porten armas, entre otros.
En relación a la publicidad de las casas de apuestas, la Junta de Andalucía especifica que “se deberá incluir siempre la advertencia que el uso o el cruce abusivo de las apuestas puede crear adicción patológica al juego o ludopatías, así como la prohibición de participación en las mismas de las personas menores”.
La autorización de una casa de apuestas tiene en Andalucía una vigencia de quince años, renovables por periodos iguales.
El número de máquinas auxiliares de apuestas queda determinada se determina por la proporción de una unidad por cada dos metros cuadrados de la superficie útil total del establecimiento.
Una de las polémicas sobre este tipo de negocios va en relación al horario de apertura. La legislación andaluza afirma que se les aplicará el horario de cierre y apertura de los establecimientos de pública concurrencia dedicados a espectáculos públicos.
Dentro de las infracciones que puede cometer una casa de apuestas están divididas en tres: leves, graves y muy graves, siendo algunas de estas últimas el otorgar préstamos a los jugadores en las propias casas de apuestas, la manipulación de los juegos en perjuicio de los jugadores o la fabricación de máquinas no homologadas.
Ahora la pregunta es sencilla. ¿Cómo pasa una persona de apostar por diversión a convertirse en ludópata?
La psicóloga Araceli Jiménez afirma que “desde pequeños, estamos expuestos a juegos de todo tipo. Usamos los juegos en la infancia y a lo largo de toda nuestra vida con el fin de divertirnos, pero también para mejorar nuestras capacidades, ya sean visuales, motoras o cognitivas”.
“Si le preguntas a una persona el motivo por el que juega a algo, o incluso porqué apuesta, te responderá porque es algo que entretiene”.
“Este motivo, sería lo que se conoce en psicología como un reforzador natural, puesto que la realización de la actividad en sí misma de jugar implica un placer que lo hace satisfactorio (reforzante)”, comenta Araceli.
Señala que en las casas de apuestas “te da la posibilidad de lograr otro reforzador, que es el dinero”. Apunta a la existencia de estudios que afirman que el juego podría actuar sobre un centro de placer también activado en el consumo de algunas sustancias.
Concluye que “el problema de las adicciones es que comienzan como un refuerzo positivo, ganar dinero y eliminar aburrimiento, y finalizan como un refuerzo negativo, por eliminar un malestar, que es la abstinencia al juego”.
