Si amar es regalar amor, no todo el mundo lo expresa con las mismas palabras o los mismos gestos, pero casi siempre regalar es sinónimo de amor en este 14 de febrero, día de los enamorados. San Valentín obra su particular milagro de enaltecer el amor como sentimiento humano, y de recordárnoslo se encargan numerosos negocios que ven cómo un día como San Valentín sirve para aumentar las ventas. Que se lo digan a establecimientos como Florguesa, la floristería de moda de Arcos, donde los ramos de flores se venden estos días como rosquillas.
Marisol Reina y Lidia Soto comentan en nombre de la dirección de Florguesa que las rosas se llevan la palma a la hora de elegir un tipo de flor para regalar, yque la gente suele gastarse en un ramo para los enamorados entre 15 y 30 euros. Con independencia de las flores, también hay quienes eligen en esta tienda otros detalles como peluches con la frase ‘Te quiero’, rosas preservadas, perfumes y otros objetos imperecederos que nos recuerden que alguien nos quiere, que somos amados.
Pero no todo es echarse flores porque, como también manda la tradición, hay quienes celebrarán San Valentín con una cena romántica. Para ello, decenas de restaurantes han preparado un menú especial.