Joaquín Pérez (Jaén, 1973) tenía 16 años cuando salió por primera vez en una chirigota. Le enganchó “la fiesta y diversión” y se convirtió en el director de la Peña Los Deses, con la que vivió el Carnaval, su concurso y pasacalles durante siete años, de forma ininterrumpida. “Empezamos para divertirnos. El concurso era algo secundario, pero al ver que no se nos daba mal y que nos hacíamos con premios, empezamos a sacar chirigotas más trabajadas”, dice, recordando a ‘Los paisas’ y ‘Los mineros’.
Ganaron premios en Jaén y en los concursos de la provincia en los que participaban, como Martos, Torredelcampo, Linares y Úbeda. “Recorrimos la provincia y fuimos primeros premios”, recuerda. En Jaén, las chirigotas ‘No los he visto más framencos’ y ‘Cuchi qué turistas, si parecen guiris’ fueron primeros premios y ganaron el desfile-concurso en la categoría de ‘disfraces colectivos’. “Nos trabajábamos mucho el pasacalles. Cuando fuimos de turistas, salimos hasta con un microbús”, dice entre risas.
Junto a otros catorce chirigoteros, Joaquín Pérez actuó en el teatro Asuán, en el Felipe Arche y en el Darymelia. Sobre éste último escenario, reconoce que vivió una época en la que “era difícil conseguir entradas para el concurso porque se agotaban”. Por ello, se organizaban actuaciones paralelas, con la plaza Santa María como escenario. “Se congregaban muchas personas en la calle”, dice.
Vivió el Carnaval de 1996 como el de un año marcado por las alegrías para la Peña de Los Deses, de premios, actuaciones y contrataciones en pubs y otros municipios. “Fue un año de mucho trabajo. Al siguiente, decidimos descansar y, por desgracia, ya no se retomó la chirigota”, lamenta. Responsable de la música y las letras, desde 1989 a 1996 vivió “una de las mejores épocas” de su vida. “Era joven, me juntaba con los amigos y vivía intensamente el Carnaval. Nos contrataban en bares y pubs. Viajábamos juntos a los pueblos, con un autobús lleno de nuestra gente. Disfruté muchísimo”, recuerda.
Trabajó por el Carnaval con la Asociación de Peñas. “Había una buena relación. Nos ayudábamos y trabajamos por esta fiesta. Vivimos un Concurso con más de veinte agrupaciones. Este año la participación también ha sido alta. Ya que han conseguido revitalizar el Concurso, hace falta que el Carnaval se vuelva a vivir en la calle”, señala. Y es que “falta ambiente de Carnaval en la calle, con gente disfrazada y chirigotas cantando por todos lados”.
Que la peatonal ‘Roldán y Marín’ sea este viernes escenario de la verbena y que se recupere el desfile-concurso significa “revitalizar el Carnaval de calle”. Dice: “Sólo así se consigue que la gente se disfrace y salga a la calle a disfrutar del Carnaval”. En este momento, recuerda: “Cantar en la calle era muy bonito. Nos parábamos en cualquier rincón. Sacábamos guitarras y bombos y en cinco minutos tenías a más de cincuenta personas escuchándote. Te seguían para ver dónde te volvías a parar. Gustaba porque la gente lo vivía”.
En su época, se celebraba un concurso infantil de comparsas y chirigotas. “Daba mucho juego porque animaba a que participara más gente. Era una forma de crear cantera desde pequeños”, dice.
Le gusta disfrutar de la final del Concurso. “Cada vez hay un nivel más alto. Se está consiguiendo un gran concurso, de calidad. Beneficia a quien acude como público, que no sólo ve una o dos agrupaciones buenas, sino que, al final, pasa una buena velada carnavalera”, explica.
Anima a vivir el Carnaval. “Es una fiesta que hay que disfrutar. Los carnavales potentes de otras ciudades no se van a conseguir en Jaén, pero tenemos que potenciar esta fiesta al máximo y hay que hacerlo saliendo a la calle a vivirla, con nuestras peculiaridades”, termina.