Al menos 150.000 personas en España tienen párkinson, cifra que según los expertos se triplicará en 2050 debido al aumento de la esperanza de vida de la población y por los avances diagnósticos y terapéuticos relacionados con esta enfermedad, la segunda neurodegenerativa con más prevalencia en el país.
Con motivo de la conmemoración el próximo 11 de abril del Día Mundial del Parkinson, la Sociedad Española de Neurología (SEN) destaca que los pacientes con esta patología tardan una media de entre uno y tres años en tener el diagnóstico correcto, de hecho, estima que más del 50 % de los nuevos casos anuales -unos 10.000- aún no lo tiene.
Entre los principales factores que dificultan el diagnóstico, explica la SEN, se encuentra el de asociar la enfermedad con el temblor u otro tipo de síntomas motores como rigidez o trastornos de la marcha y del equilibrio, ya que son las señales más características pero no siempre se manifiestan en todos los pacientes ni siempre son los primeros en aparecer.
Así, entre un 30 y un 40 % de los pacientes con párkinson no presentan temblor y en un 40 % de los casos la primera manifestación de la enfermedad es la depresión.
No obstante, la enfermedad también puede manifestarse en trastornos cognitivos, gastrointestinales, autonómicos, sensitivos o del sueño.
Alrededor del 2 % de los mayores de 65 años y un 4 % en los mayores de 85 padecen esta enfermedad que no es exclusiva de los mayores, ya que se han dado casos en los que el inicio se produce en la infancia o en la adolescencia y cerca de un 15 % de los casos corresponde a menores de 50 años.
Según los datos de la SEN, el gasto anual de un paciente con párkinson alcanza, de media, los 17.000 euros, costes que van en aumento a medida que la enfermedad progresa.
En etapas tempranas, hay tratamientos "de gran utilidad" tanto para los síntomas motores como los no motores que pueden ayudar a mejorar el pronóstico pero, en todo caso, el tratamiento "debe ser multidisciplinar": combinar medidas farmacológicas y terapias complementarias, y deberá ser lo más individualizado posible.
Por otra parte, la SEN ha elaborado una serie de consejos para los pacientes ante la propagación del coronavirus, si bien, no hay evidencia de que las personas con párkinson tengan más riesgo ante el COVID-19.