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Día 1 de la fase 1 en Jerez: Cuando sólo cabe ir mejorando

El comercio tradicional sube la persiana por primera vez tras ocho largas semanas de cierre obligado con la esperanza de empezar a recuperar el terreno perdido

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Los comercios están extremando las precauciones.

Los primeros bares ya han abierto sus veladores.

La hostelería se irá sumando a esta fase poco a poco.

San Lucas retomó su tradicional apertura de los lunes.

Jerez estrenó este lunes la fase 1 de la desescalada, que relaja de manera sustancial las restricciones que han marcado la vida de la población durante las últimas ocho semanas.

Entre otras cosas ya se permite la apertura de los pequeños comercios, que en la mayor parte de los casos han debido permanecer cerrados a cal y canto.

En el centro se apreció una relativa vuelta a la normalidad a pesar de que la meteorología no acompañaba en exceso y de que generalmente el lunes suele ser el día de menor actividad.

 

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Tanto Asunico como Acoje, que son las asociaciones en las que se integra la mayoría del pequeño comercio dan por bueno el inicio de la actividad, que sin duda alguna viene a marcar un punto de inflexión a un periodo que se ha prolongado más de lo que inicialmente se esperaba.

Según Manuel García, presidente de Asunico, el desarrollo de la jornada siguió más o menos el guión previsto.

La apertura del comercio fue “desigual” dado que las condiciones de partida de estos establecimientos no son homogéneas. “Los negocios que tienen como único empleado al propietario y a su pareja abren porque necesitan empezar a llevar algo de dinero a su casa. Nos hemos acostumbrado a vivir al día y no es posible dejar pasar el tiempo sin ingresar nada”, explica.

No es momento por ahora de hablar de ventas ni de la respuesta del público. García entiende que el hecho de que se empiece a percibir movimiento en la calle ya es importante para este tipo de establecimientos, y este lunes ya se veía gente en la calle, algo impensable hace apenas unos días.

La presidenta de Acoje, Nela García, fue aún más gráfica. “Esto es como cuando el niño que está aprendiendo a andar se cae y se tiene que levantar. Se trata de ponernos en marcha después de varias semanas de cierre. De momento estamos con mucha ilusión y con alegría incluso de reencontrarnos y de escuchar el sonido de la apertura y el cierre de las persianas”, comentaba tras una primera mañana de trabajo.

El 90 por ciento de los establecimientos adheridos a Acoje abrió sus puertas. Eso sí, en esta nueva andadura hay que acostumbrarse a adoptar una serie de medidas preventivas que obligan entre otras cosas a guardar cola a la puerta de los establecimientos, una estampa que se empezaba a apreciar en muchos de los negocios.

En el interior de los negocios también se tienen en cuenta pautas que ya se han hecho habituales en el día a día, como el uso de mascarillas, guantes e hidrogeles.

En la hostelería hay algo más de reticencias a la apertura porque las restricciones hacen que algunas aperturas no sean rentables.

Con todo, se veía gente en algunos veladores, procurando en la mayor parte de los casos mantener esa distancia social a la que ahora debemos acostumbrarnos.

A Asunico y Acoje le consta que en los próximos días serán más los negocios de hostelería que abran sus puertas, sobre todo una vez llegado el fin de semana.

En ambos casos tienen claro que la hostelería juega un papel fundamental a la hora de que el centro comercial recupere el pulso, ya que los bares ejercen de gancho a la hora de atraer clientela.

En este sentido, Asunico participó en un encuentro con la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, en el que se abordó la necesidad de favorecer en la medida de lo posible la reapertura de la hostelería, flexibilizando y adaptando algunas de las restricciones impuestas.  

Reencuentro con algunas devociones

Coincidiendo con esta fase 1 de la desescalada son varios los templos que han recuperado la actividad cultual después de varias semanas de cierre.

Uno de los casos más significativos es el de la iglesia de San Lucas, que permanece abierta todos los lunes del año para la visita al Señor de la Salud en sus Tres Caídas.

Este lunes se retomó esta tradición, siempre con las medidas preventivas que se están exigiendo. Al acceso al templo se facilitaba gel hidroalcohólico. Además, se organizó un itinerario por el interior del templo para aminorar el contacto entre los asistentes, limitándose también el aforo.

Algo similar ocurrió en la capilla de las Angustias, que antes de esta crisis abría sus puertas todas las mañanas.

Se sumaron a esta reaperturas la ermita de San Telmo o la capilla de la Yedra, lo que ya permitió la visita a imágenes de tanto arraigo en la ciudad como el Cristo de la Expiración, la Virgen del Valle, el Señor de la Sentencia o la Virgen de la Esperanza.

De igual modo se retomaron las eucaristías en la basílica de la Merced, entre otros templos.

La desescalada ha comenzado en Jerez y parece que en adelante sólo cabe ir mejorando.

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