El Real Decreto Ley aprobado el pasado viernes por el Gobierno sobre el Ingreso Mínimo Vital, supone un paso adelante para proteger a los que más lo necesitan, aquellas personas que en esta pandemia, se habían quedado sin protección bien sea porque estaban desempleadas y no tenían derecho a ningún tipo de prestación, estaban en la economía sumergida, etc... Se trata de dar cobertura a un importante número de personas que no tienen el más mínimo sustento, a un número de niños que ya vivían en pobreza y en la tristeza de los comedores sociales y esta crisis los ha condenado aún más si cabe.
Hace cuatro años UGT y CC. OO presentamos al Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular, avalada por más de 700.000 firmas, para que se legislara una Prestación de Ingresos Mínimos, para completar la red de protección social, según publicaba el BOE, el Ingreso Mínimo Vital aprobado este viernes parte de esa propuesta y representa un paso importante en la consolidación del Estado del Bienestar, fruto de la iniciativa y la acción sindical.
En la provincia de Sevilla, la aprobación de este Ingreso, es de especial interés, máxime si tenemos en cuenta que ya antes de la crisis sanitaria del COVID-19, la tasa de desempleo en 2019 era del 21,83%, muy por encima de la media nacional que se sitúa en el 14,02%. La Pandemia ha servido para agravar una situación muy complicada, hasta llegar a tener un tasa de paro del 24,7% y 226.432 personas desempleadas.
Y es que Sevilla, es referencia mundial en muchas cosas y nos sentimos orgullosos de ello, pero si de algo debe dejar de ser referencia, es en lo que a pobreza se refiere y es que en Sevilla capital, hay seis zonas en las que la situación es singularmente grave: Polígono Sur, Torreblanca, el Polígono Norte (El Vacie), Tres Barrios-Amate, El Cerezo y el área comprendida entre La Plata, Padre Pío y Palmete, por citar un dato significativo en cuanto a la crudeza del mismo, en la zona de Tres Barrios-Amate, la tasa de desempleo roza el 59%“
Y si miramos la provincia tampoco es para mirar hacia otro lado pues existen otros barrios en los cuales la pobreza es extrema: zona norte de Alcalá de Guadaíra; Ibarburu, Cerro Blanco y Los Montecillos, en Dos Hermanas; El Rancho, en Morón; Los Palacios y Villafranca; Barriada Santa Isabel, en San Juan de Aznalfarache; Las Viñas, en Lora; el Lucero, en Coria y La Pañoleta y Caño Ronco, en Camas.
La Sierra Sur Sevillana de una gran riqueza nos pone delante ante la realidad de que hay zonas con rentas por debajo de 13.800 euros en pueblos como Villanueva de San Juan, Marinaleda, Los Corrales, Badolatosa, Pruna, Martín de la Jara, La Lantejuela, Coripe y Algámitas. Asimismo, en la Sierra Norte se encuentran en la misma situación La Puebla de los Infantes y Las Navas de la Concepción.
Ante cualquier análisis los datos nos dibujan una ciudad y una provincia que lejos de sus grandes citas universales y nacionales, no puede olvidar a los que más lo necesitan. Uno de los colectivos que va a ser gran beneficiario de este Ingreso Mínimo Vital serán las familias monoparentales (el 78% de las familias monoparentales están dentro de umbrales de pobreza, en el 90% de estos hogares, el adulto es una mujer).
El Ingreso Mínimo aprobado por el Gobierno no es la ley que UGT hubiera esperado. Es una norma muy beneficiosa para los más necesitados pero que nace sin tener en cuenta el modelo de competencias establecido en nuestro país, donde la parte esencial reside en la Administración Autonómica que, en algunos casos, ya había implementado medidas análogas. Y en este sentido, el RDL aprobado pierde de vista algo fundamental que es la coordinación con las Comunidades Autónomas y con las Administraciones Locales, que debieran tener un papel esencial en esta norma.
Desde UGT propusimos una renta mínima vital extraordinaria y urgente vinculada a la crisis que hubiese dado cobertura a los más vulnerables, y, en otro plano, haber debatido y buscado el consenso en una Ley integral, que no sea de permanencia para las personas sino de tránsito para que se puedan reincorporar al mundo del trabajo.
Este Real Decreto Ley es una buena medida y desde UGT la celebramos y ponemos el valor de un Gobierno valiente que a pesar de las circunstancias ha optado por los que más lo necesitan y ponemos en valor la palabra del Presidente del Gobierno cuando en su primera comparecencia para el anuncio de la crisis dejó claro que “ esta crisis no la pagarían los de siempre, los trabajadores y que nadie se podía quedar a tras”, pero necesitamos una solución más ambiciosa en la lucha contra la pobreza.
Este RDL que aún tiene que debatirse en el Congreso de los Diputados y en cuyo debate participará UGT, entendemos que tiene que cerrarse con un texto que articule la participación de las distintas administraciones: municipales, autonómicas y las estatales.
Hablamos de una norma que garantice hacer frente a todas las situaciones de pobreza que se viven en nuestro país, agravadas por esta crisis, que de ninguna manera pueden solucionarse desde la caridad que suponen los bancos de alimentos, sino desde la solidaridad y la igualdad entre las personas
Y para ello, necesitamos que sea el Estado el que asegure un mínimo vital, que las administraciones estén involucradas, todas incluidas las locales con el fin de que cada persona que perciba esta renta, no lo haga como una medida a largo plazo sino que se trata de un impulso y apoyo necesario para reincorporarse a la vida laboral y para ello, no sólo es necesario un Ingreso Mínimo, es necesaria una estrategia que cuente con el personal y recursos necesarios; en definitiva se trata de dar grandes pasos para acabar con la pobreza, se trata de pensar en algo más que la salida en unas condiciones dignas de esta crisis sanitaria mundial, se trata de hacer de nuestro pais un pais que piensa en las personas y en sus necesidades el primer paso ya lo hemos dado con la aprobación del RDL aprobado este viernes en Consejo de Ministros, ahora toca seguir con valentía.
