El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz al Saud, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvieron el jueves una llamada telefónica en la que hablaron sobre "fortalecer lazos" entre ambos países y de contrarrestar la "amenaza" que supone Irán, informó la agencia estatal saudí SPA.
Esta conversación se produce antes de que el Gobierno de Estados Unidos publique el informe sobre la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi, ocurrida el 2 de octubre de 2018 en el consulado de su país en Estambul, que destapa la supuesta aprobación del asesinato por parte del príncipe heredero e hijo del rey, Mohamed bin Salman.
Sin embargo, según el relato de SPA, la conversación no abordó el asesinato del periodista y opositor saudí, así como la situación de los derechos humanos en el reino ultraconservador.
De acuerdo con SPA, el octogenario monarca saudí y Biden "destacaron la profundidad de la relación entre los dos países y la importancia de fortalecer los lazos", así como "las actividades desestabilizadoras y el apoyo a grupos terroristas" de Irán, país enfrentado con sus vecinos árabes y con Estados Unidos.
En este sentido, SPA indicó que el estadounidense aseguró a Salman que "Irán no podrá poseer armas nucleares", después de que Biden afirmara que pretende regresar a las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con la República Islámica.
Asimismo, el rey Salman afirmó "la voluntad del reino de alcanzar una solución política e integral en el Yemen", guerra en la que los saudíes participan desde 2015 al mando de una coalición árabe para restaurar el Gobierno legítimo yemení y en contra de los rebeldes hutíes.
La esperada llamada entre ambos líderes se produce en un día en el que, según medios estadounidenses, el Gobierno de EE.UU. hará público un informe sobre la supuesta aprobación del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 por parte del príncipe heredero saudí.
La portavoz de la Casa blanca, Jane Psaki, dijo ayer, miércoles, que Washington comunicará las conclusiones del informe al rey de Arabia Saudí en lugar de hacerlo a su hijo, un gesto que se desmarca de la política de proximidad seguida por el anterior presidente estadounidense, Donald Trump, con el príncipe heredero.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que ha leído el documento, que se sustenta principalmente en pesquisas de la CIA, aunque no confirmó su publicación.
Khashoggi, de 59 años, trabajaba como columnista para el diario estadounidense The Washington Post cuando el 2 de octubre de 2018 concurrió para un trámite al consulado saudí en Estambul (Turquía), donde, según fuentes estadounidenses, fue asesinado por agentes de Arabia Saudí y su cuerpo fue descuartizado y nunca se han hallado los restos.
La versión oficial de Arabia Saudí es que esos agentes, vinculados estrechamente con el príncipe Bin Salman, actuaron por su cuenta y que el gobernante no estuvo involucrado.
En Arabia Saudí, ocho individuos fueron condenados por la muerte de Khashoggi y cinco de ellos fueron sentenciados a la pena capital, pero más tarde esas sentencias fueron conmutadas por la pena de 20 años de prisión.