Jon Ander Garrido salió del Cádiz en enero del año 2016 con rumbo a Ferrol para jugar cedido en el Racing de Ferrol la segunda vuelta de la temporada 2015/06. Meses después, el ex director deportivo del club, Juan Carlos Cordero, afirmaba en rueda de prensa que si el vasco trabajaba y daba el 100% podría tener un hueco en la plantilla en el retorno a Segunda.
Dicho y hecho. Garrido se puso el mono de trabajo y ha sido un jugador muy importante en las cuatro temporadas del Cádiz en la categoría de plata formando un tándem inamovible junto al roteño José Mari. Sin embargo, este año su función ha sido otra.
El vasco no pudo celebrar el ascenso junto al resto de sus compañeros el pasado verano ya que se operaba al día siguiente. Tras varios meses alejado de los terrenos de juego, esta temporada debutaba en Primera División ante el club del que es hincha desde pequeño, el Athletic Club en San Mamés.
El pasado 1 de octubre, Garrido jugó sus primeros minutos en la máxima categoría del fútbol español. En liga ha participado en un total de 23 encuentros, sumando un total de 788 minutos, mientras que en Copa del Rey jugó los tres encuentros que disputó el submarino amarillo y llegó a marcar un gol, ante el CD Ribadumia.
Sin embargo, a pesar de sus 23 partidos en Primera, Garrido ha perdido protagonismo. El vaco ha quedado relegado a un segundo plano, teniendo por delante a José Mari, Jonsson e incluso a Fali cuando el valenciano adelantaba su posición al doble pivote.
Garrido podría ser una de esas salidas dolorosas de las que hablaba Cervera en una de sus últimas ruedas de prensa. El centrocampista vasco finaliza contrato en junio del año 2023, le restan dos años aún, pero podría salir para tener más minutos en otro equipo.