El alcalde de la ciudad y desde hoy mismo el único precandidato a dirigir el PSOE de Andalucía, Juan Espadas, ha obviado la presión de los grupos de la oposición en el Pleno del Ayuntamiento sobre su futuro al frente de la Alcaldía y ha centrado su intervención en el debate del estado de la ciudad en afrontar la etapa de la recuperación de la pandemia con la llegada de los fondos europeos. Sevilla presentó en diciembre 90 proyectos por 1.400 millones de euros. La Unión Europea dio ayer martes el visto bueno a las primeras partidas que llegarán. En el caso de España, 9.000 millones de euros.
Si yo tuviera alguna duda sobre mi capacidad o que fuese un obstáculo para la solución o gestión del gobierno de la ciudad, ya me habría marchado. Y si no me marcho es porque creo que como alcalde de la ciudad sigo siendo imprescindible para la buena marcha de esto junto con mi equipoEspadas ha restado importancia a las críticas, especialmente fuertes en el caso del PP, Cs y Vox, sobre el efecto que, según ellos, ha tenido el hecho de que el alcalde haya dado el salto a la política autonómica. Para Vox, el alcalde está “a media jornada”; Cs le ha pedido que “pise el acelerador” en el relevo al frente de la Alcaldía porque “tiene todo el derecho a otros horizontes políticos, pero no lo haga a costa de Sevilla”; en las filas del PP, le han afeado que dejará el bastón de mando municipal “sin nada” como “legado”; y Adelante Sevilla ha lamentado el “declive evidente en la gestión”, en la que están “fallando”. La oposición no sólo ha coincidido en las críticas sino también en los asuntos que denotan, a su juicio, esa “ausencia” de alcalde: limpieza, seguridad, movilidad… y la “chapuza” de los toldos.
El alcalde ha llegado a este debate, que ha arrancado a las 11.00 de la mañana, con una nota de prensa previa del Ayuntamiento en la que anunciaba la resolución del contrato con la empresa adjudicataria, que reconoció hace semanas que no podía cumplir con lo firmado. En ese mismo comunicado, el Ayuntamiento ha anunciado que, en un plazo de cinco días, la empresa instalará toldos en zonas “indispensables”: La Campana, el Duque, O’Donnell, Velázquez, Sierpes y Tetuán.
Con esta baza, Juan Espadas ha replicado a los grupos de la oposición que, si este asunto era lo “único” que les preocupaba sobre el estado de la ciudad, “me quedo muy tranquilo. No hay alternativa en este Pleno para un gobierno socialista”. “Yo voy a seguir hablando de la recuperación y la llegada de los fondos europeos”. Sobre el relevo en la Alcaldía, el alcalde se ha limitado a decir en réplica al PP que: “Si yo tuviera alguna duda sobre mi capacidad o que fuese un obstáculo para la solución o gestión del gobierno de la ciudad, ya me habría marchado. Y si no me marcho es porque creo que como alcalde de la ciudad sigo siendo imprescindible para la buena marcha de esto junto con mi equipo”.
Para Espadas, la recuperación de Sevilla pasa por la inversión pública y privada y por los fondos europeos, un “tema capital” para la próxima década, “clave” en el caso de Sevilla y de su transformación en materia de movilidad sostenible (ampliación del tranvía y PMUS), cambio climático, economía digital y verde, vivienda, patrimonio y lucha contra la desigualdad (zonas de transformación social). En materia de inversión pública, ha puesto de relieve el “desbloqueo” de la venta de patrimonio municipal de suelo, que supondrá la generación de más de 53 millones de euros para obras y proyectos como la rehabilitación del Paseo Juan Carlos I en Torneo o la construcción del nuevo centro cívico de Sevilla Este, entre otros. En este capítulo de inversiones, el alcalde también ha defendido la gestión municipal para atraer inversión privada, con el caso de la Gavidia y Altadis como ejemplos estrella.
La recuperación económica pasa también por el fomento del empleo. En este punto, Espadas ha aplaudido los 50 millones de euros que el Gobierno de España destinará a Andalucía y a cuya convocatoria se presentará Sevilla. Igualmente, ha adelantado que la Consejería de Empleo lanzará una propia con 60 millones, “a la que también nos presentaremos”.
En el ámbito político doméstico, el alcalde ha mirado tanto a su derecha (Cs) como a su izquierda (Adelante Sevilla) de cara a la negociación de los próximos presupuestos para 2022. Aunque el portavoz de Cs, Álvaro Pimentel, ha querido marcar distancias con el Gobierno local socialista con el que ha acordado el presupuesto de 2021 y la ampliación del tranvía, como los dos grandes hitos, Espadas se ha mostrado “convencido” de que en los próximos meses seguirán constatándose puntos de encuentro entre PSOE y Cs. A la portavoz de Adelante Sevilla, Susana Serrano, el alcalde le ha interpelado directamente recordándole que “las cosas sólo cambian con inversión y presupuesto. A ver si los próximos nos los apoyan”.
La estrategia de Espadas en este debate del estado de la ciudad con Vox ha sido la del ninguneo. Tan sólo les ha afeado su calificativo de “palmeros” a todos aquellos que se reúnen con el alcalde. “Ofenden. A mí me da vergüenza ajena escuchar a algunos de sus líderes políticos”, les ha dicho.
El portavoz adjunto del PP, Rafael Belmonte, que ha sido el encargado de hacer la primera intervención para después tomar el testigo el otro portavoz adjunto Juan de la Rosa, ha centrado su intervención en defender que el alcalde de Sevilla es el presidente de la Junta, Juanma Moreno, por abrir el Militar, por desbloquear la Ciudad de la Justicia, las Atarazanas… “El buen alcalde de Sevilla es Juanma Moreno”, ha sentenciado.
Balance de la gestión de la pandemia
El alcalde ha defendido, igualmente, la gestión concreta de la pandemia, que ha supuesto un gasto extraordinario de más de 50 millones de euros (ayuda alimentaria, a los autónomos, emprendedores, comercios, entidades deportivas, desinfección de colegios, espacios públicos y edificios, cultura, hostelería…) mientras los ingresos bajaron en 90 millones. Espadas ha señalado que esta gestión se ha hecho con “prudencia” para no comprometer la solvencia del Ayuntamiento, que ha cerrado como una de las administraciones locales con el menor nivel de deuda.
