A un mes de que finalice el año hidrológico, en la cuenca del Guadalquivir y sus provincias, entre ellas la de Jaén, las precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico y hasta finales del mes de julio se sitúan por debajo de la media de los 25 años anteriores. Los valores máximo y mínimo corresponden respectivamente a las provincias de Huelva (con 533 litros por metro cuadrado; 17% por debajo de su media histórica del período considerado) y Ciudad Real (307 litros por metro cuadrado; 21% por debajo de su media). Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la provincia de Jaén ha registrado una media de precipitaciones de 506 litros por metro cuadrado, cuando la media en esa misma fecha en los últimos 25 años era de 589 litros.
El Quiebrajano se encontraba ayer al 33’75 por ciento, mientras que hace un año estaba al 50 por ciento.
La escasez de agua y la inminente declaración de situación de sequía con la publicación del correspondiente decreto está generando preocupación entre los olivareros andaluces, “que tienen puestas todas sus esperanzas para salvar esta campaña de este año, marcada sin duda por la falta de lluvias, en una dotación de agua reservada específicamente para culminar, como los demás cultivos, el ciclo de riego del olivar”, explican desde COAG.
Concretamente, tal y como se acordó en la Comisión de Desembalse, el sector exige que se encuentren disponibles para el riego del olivar los 40Hm3 de reservados y comprometidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Olivar
COAG Andalucía ha enviado un escrito al presidente de la CHG, Joaquín Páez, trasladándole la petición de que este volumen comprometido para el olivar pueda ser usado por los olivareros el día 1 de octubre, dado el poco margen de actuación que la meteorología ha impuesto. Juan Luis Ávila, responsable de Olivar de COAG Andalucía, ha destacado que los olivareros tienen derecho a culminar su ciclo de riego como lo han hecho los demás cultivos, y se ha referido también al canon de riego: “Estamos obligados a pagar un canon de riego que es injusto, porque pagamos lo mismo con una dotación de 1.000 m3 que otros cultivos que gastan seis veces más agua. Qué menos que podamos culminar, como lo han hecho los demás cultivos”.