Fervor y devoción es lo que se ha respirado en la jornada de este miércoles en la calle de la Plaza de Chiclana con motivo de la celebración de la ofrenda floral a la patrona de la ciudad la Virgen de los Remedios.
Y es que este año se han podido recuperar gran parte de los actos que habitualmente se celebran en la calle y que el pasado año 2020 se quedaron en el tintero debido a la pandemia del coronavirus, que provocó que las celebraciones se limitasen a actos religiosos en el interior de la iglesia de San Telmo.
El acto, organizado por los hermanos costaleros nazarenos, se abrió con el tributo a la patrona del vino y la uva y la posterior suelta de dos palomas. Posteriormente el alcalde chiclanero, José María Román, ha sido el encargado de colocar el primero de los ramos de flores sobre el mosaico de la virgen situado en el exterior de la iglesia de San Telmo.
Al primer edil le han seguido el resto de miembros de la Corporación, así como centros educativos, asociaciones, hermandades y colectivos vecinales que no han querido faltar a su cita con el día grande de Chiclana. Lo que no se va a poder celebrar por segundo año consecutivo debido a la pandemia ha sido la procesión de la patrona.
