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Cortinitas de humo, es lo que nos ha ofrecido el catolicismo más extremo y conservador, el pasado domingo con la III Marcha por la Vida, haciéndola coincidir con las manifestaciones generales en contraposición de los recortes y no-políticas del actual Gobierno.

Nadie nos enseña a rechazar, la idea romántica y destructiva, de las relaciones afectivas

Dejar el amor a un lado, puede suponer el vaciamiento de la conciencia, la pérdida del rumbo ético a nivel personal y comunitario

Nuestros recursos somos nosotras mismas y el apoyo indeleble de quienes realmente nos aman y respetan, de quienes pueden “reconstruir” lentamente y con profesionalidad nuestra integridad

Los recortes en materia farmacológica, en programas y actuaciones preventivas, en investigaciones…son enemigos devastadores de los derechos de quienes padecen Sida

La maternidad vista como el único sentido y el máximo rol de y para la mujer, como pilar fundamental de la familia y vivencia y justificación de la sexualidad para tal fin, era necesaria para el control y sometimiento femenino

Es otro de los referentes femeninos por el que tenemos que hacer buen uso de nuestros deberes civiles y políticos, siendo personas activas en la defensa de los valores

¿Desde cuando lo natural, lo que ha existido desde siempre debe negarse, contenerse, u ocultarse?

a Iglesia Católica, y más concretamente, aquellos cargos de mayor representatividad y responsabilidad, son muy partidarios de ese populismo afín al marketing contemporáneo. Son los mismos “mercaderes”

Pedro Zerolo, activista de los derechos sociales en su conjunto, y especialmente de los movimientos de diversidad afectivo-sexual, no ha podido vencer la batalla a la enfermedad física, pero sí pudo debilitar y arremeter con sus palabras, denuncias, reivindicaciones y actos, otro tipo de patologías

Disculpen si me reitero. Si cae una lágrima o más, no va a ser quienes desean y quieren decir adiós, sino por aquellos seres humanos a los que aún no se les puede dar la bienvenida