La Bodega Tesalia se encuentra en medio de las once hectáreas de viñedos del Cortijo de Torres, en el término municipal de Arcos. Es un ejemplo de integración en el medio ambiente y desde la sala de catas las vistas de la Sierra de Cádiz son espectaculares. 
Los caballos de pura raza que viven en la finca, con los que las mujeres de la casa, Francesca y Natalia, madre e hija y grandes amazonas, han competido en Olimpiadas y concursos hípicos internacionales, dan también sentido al proyecto enológico. De hecho, Natalia ha dejado la alta competición para dedicarse de lleno a la bodega familiar.
La cabeza visible de Tesalia es su padre, Richard Golding, londinense de nacimiento pero español de adopción desde que llegara a nuestro país como director de márketing de Schweppes allá por los setenta. Cuarenta años después apenas se le nota el acento nativo.
Tanto él como su mujer, Francesca, compraron la finca pensando en el retiro soñado, pero el carácter irremediablemente emprendedor de Richard le llevó a alumbrar Tesalia, que doce años después es una realidad. Vinos de color rojo cereza que unió a la pasión de la familia por los caballos y que dio origen al centauro que es emblema de la bodega.
Tesalia, Arx e Iceni son los frutos del trabajo bien hecho. Apuesten porque la familia seguirá creciendo.