La Sierra Sur siempre ha sido tierra de grandes fotógrafos. Quizá esa simiente sembrada desde antaño ha abonado el terreno para que surjan nuevos valores al abrigo de las enormes posibilidades que la tecnología ofrece en la actualidad. Jessica García Torres es buen ejemplo de todo ello. Con tan solo 28 años, y al frente de su marca comercial Jess Photo, ofrece una perspectiva fresca y atrevida de este oficio, siempre atenta a lo próximo y vanguardista, y sobre todo comprometida con no dejar indiferente, ni al cliente ni al espectador.
“Creo que los jóvenes venimos pisando muy fuerte y pienso que se debe a que no dejamos de formarnos y también las redes sociales tienen mucha fuerza; vemos mucho contenido, vemos cosas muy buenas y siempre queremos más y más, al menos yo soy insaciable, no quiero dejar de crecer”, confiesa.
Sobre el futuro, asegura que “lo que tengo claro es que no podemos estancarnos, siempre tenemos que reinventarnos...Actualmente el cambio está sobre todo en las sesiones de new born. Antes simplemente se hacían unas fotos de bautizo y ahora el new born implica fotos súper dulces que se hacen a bebés de máximo 20 días. Siempre digo que es la sesión que todo el mundo debería tener porque esos momentos de un bebé no los volverás a ver jamás. A mí me encanta trabajar con ellos. También respecto a las bodas, las parejas llevan un par de años pidiéndonos salir de España para hacer una post boda diferente, en un sitio que quieran recordar, juntos, vestidos de novios. Un recuerdo precioso porque viajar podrán viajar siempre pero inmortalizar esos momentos vestidos de novios no lo van a hacer más veces y oye, ¡yo encantada!”.
La situación actual es, sin embargo, compleja. “Ahora mismo estamos viviendo la peor situación desde que soy profesional de la fotografía. Este año va a ser muy duro y el año que viene será más duro aún por la cantidad de trabajo que tendremos...este año (hablo por lo que yo estoy viviendo) estamos a contrarreloj, las comuniones corriendo, con un márgen de una semana o como mucho dos semanas…y cuando acaben estamos con la duda de qué pasará. El 90% de las bodas de este año ya están cambiadas al próximo año y es una incertidumbre increíble el no saber qué nos deparará esta situación”.
“Lo más gratificante es, al fin y al cabo, que te busquen por lo que haces, por tu trabajo. No hay nada más bonito que hacer una boda, que después les hagas a esos mismos clientes una sesión de embarazo, después una sesión new born y así poco a poco verles crecer. Al final me siento parte de la familia y es súper gratificante contar cada etapa de sus vidas de la mejor forma que sé”.
