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Curioso Empedernido

Golpes de efecto

Hay relatos  que con sus golpes de efecto nos cautivan y enamoran, y son todo un estimulante para alimentar un pensamiento creativo

Publicado: 13/02/2025 ·
14:56
· Actualizado: 13/02/2025 · 14:57
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Autor

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios es observador de la conducta humana, analista de la realidad y creador de personajes literarios

Curioso Empedernido

Curioso empedernido. Curioso de las tres pes, por psicología, la política y el periodismo, y alérgico a las fronteras y murallas

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La vida está llena de efectos , de cosas y fenómenos de la naturaleza que personalizamos y los convertimos en personajes, que nos cuentan historias, que pudieran resultar increíbles y no debemos ni podemos ignorar los datos que nos hacen crecer, ni engañarnos con cosas que no nos ocurren ni es posible que sucedan.

Hay relatos  que con sus golpes de efecto nos cautivan y enamoran, y son todo un estimulante para alimentar un pensamiento creativo, porque en nuestras lecturas y escrituras deben saltarse un camino trazado y estipulado de antemano , sino superar trincheras y laberintos,  descubriendo atajos y nuevos caminos.

Debemos estar preparados para afrontar los daños y perjuicios, y ser capaces de cambiar aquello que no funciona, y dejar atrás pesadillas que nos envuelven en un realismo delirante que nos confunden entre luces y pantallas que nos dan ordenes dispersas y contradictorias.


Rompemos con la rutina , haciendo aquello que nos permite ver y vivir  cosas que nunca habíamos percibido, convirtiendo lo viejo en nuevo y lo vulgar en genial, si además de ingenio le ponemos ganas y entusiasmo, y producimos golpes de efecto en las relaciones entre los protagonistas de cualquier historia.

Con excesiva frecuencia nuestras acciones , pueden ser agradables para quienes las vivimos y en ocasiones menos satisfactorias para aquellos que han de soportar sus efectos , y son juzgados a la ligera y con recelos por los demás, presumiendo que contienen una intencionalidad que no existe y un mérito o una culpa que no merecemos.

En demasiadas ocasiones juzgamos a la gente por las apariencias, por aquello que se presenta ante nuestros ojos, y que a veces dista mucho de lo que es y se acerca más a la ficción y no debemos olvidar en ningún momento que los personajes públicos tienen como capital algo, que han de administrar con inteligencia , y que no deben dilapidar ni desperdiciar inútilmente , su dignidad.

Cualquier faceta de la vida forma parte de nuestras fortalezas y debilidades, y sin necesidad de escaseces o abundancias, si hemos de procurar intentar sacar las máximas ventajas de cada situación para nosotros y los demás, y ser motores de los mayores beneficios colectivos, aunque haya veces que nos encontremos con bandidos dispuestos a robarnos la cartera y buscar solo sus ganancias.

Tenemos en la fauna humana los incautos que acaban siendo un peligro púbico y son fácil presa de los aprovechados, y no pueden faltar para nuestro infortunio, los estúpidos que irremediablemente terminan perjudicándonos a todos. La actualidad nos aporta demasiado ejemplos de estos últimos, de aquellos que no merecen ningún respeto, porque son ellos los primeros que se lo han perdido, de quienes desde una insoportable palabrería, hueca y estéril,  intentan darnos lecciones de una ética que ellos no practican.

Resulta difícil interpretar a aquellos que desde una posición de “aparente integridad”, abandonan su formación política, la censuran y critican, pero son incapaces de dar el único paso que certificaría la garantía de sus palabras, abandonar su poltrona y volver a la normalidad de su vida laboral.

También la fotografía de lo cotidiano, nos devuelve con afán repetitivo, la patética imagen de quienes son incapaces de admitir la inevitable decadencia, la de aquellos que se resisten a reconocer que su tiempo ha pasado y el mundo sigue dando vueltas, que los teléfonos han dejado de sonar y ahora son otros los instrumentos del poder, a quienes acabará sucediéndoles lo que aquellos les ocurre hoy, sino descubren la relatividad del papel que les ha tocado jugar.
 

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